Casualidad (Kookmin)

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Jungkook está muy tranquilo. 

Es difícil cabrearlo y sacudir su estabilidad emocional. No salta de felicidad, no llora de pena, no grita con espuma en la boca cuando está enojado y, lo más importante, mantiene todo bajo control. Experimenta cada emoción con relativa calma. Pero parece que ahora podemos hablar de él en tiempo pasado. Es inusual para él ahora sentir la felicidad corriendo por sus venas, la adrenalina de un placer abrumador, temblando por emociones abrumadoras, en lugar de una tranquila sonrisa de alegría. 

Dejó a Jimin hace aproximadamente media hora y ya quiere dar la vuelta a la motocicleta y regresar. Gruñe para sí mismo mientras acelera. Tal vez no debería haberle quitado las cosas restantes a Taehyung. Tal vez debería haberle importado un carajo un par de camisetas, suéteres y pantalones cortos, pero el propio Kim le pidió que pasara por allí. El mensaje no dice por qué, pero Jeon no especifica que aún debes tomar el resto. 

Por lo tanto, escribe sólo un breve "está bien, ya estoy en camino", recibe en respuesta una petición para ir más tarde por la noche y, apretando los dientes, acepta y decide que empezará limpiando la casa. Mientras friega el suelo del apartamento, baila y gira como loco. Un repentino destello de pensamiento en su cabeza. ¿Qué pasa si invitas a Park a vivir juntos? ¿O al menos turnarse para convivir? Kook se congela con un trapo en sus manos, imaginando cómo el rubio está disfrutando de su cama por la mañana. Se está ahogando con esta foto. Toma su teléfono para escribir algo dulcemente estúpido como "Te extraño", pero borra el mensaje y pone los ojos en blanco. Se comporta como una niña. No hay necesidad de imponer. O aún así... 

"¿Estás bien? Estoy haciendo la limpieza. ¿Comiste?". 

Jungkook envía un mensaje y deja su teléfono a un lado para concentrarse en luchar contra el polvo. ¿Dónde está su alardeado control? Al mismo tiempo, recoge las cosas de Taehyung en una caja para devolvérsela. No hay muchos de ellos, pero existen. Y Jeon piensa involuntariamente en por qué, después de casi dos años de relación, nunca intentaron vivir junto a Tae. Se quedaron juntos, a veces durante varios días, pero nunca hablaron de mudarse juntos. 

Los frascos de cremas y la ropa de Kim están apilados en una ordenada pila, listos para ser entregados a su dueño. 

"Estoy bien. Casi he terminado con la limpieza. Voy al salón pronto. Compraré comida y comeré en el camino. No estás cerca y no hay nadie que se asegure de que coma". 

Al leer el mensaje que llegó, el moreno se muerde el labio, reprimiendo una sonrisa y rápidamente escribe la respuesta. 

"Entonces tendré que volver rápido para estar siempre ahí y cuidarte". 

Suena pomposo, pero Kook escribe lo que piensa. 

JK: "Estoy deseando que llegue. Te extraño". 

JM: "Yo también te echo de menos cariño." 

Los labios se estiran con una sonrisa, hay un estado en su interior que le da ganas de bailar y por alguna razón cantar. Jungkook no niega sus deseos y canta, moviendo vigorosamente su pelvis, fingiendo tocar la guitarra, guiñándole un ojo a su reflejo en el espejo. 

Con confianza coloca la caja con las cosas de su ex antes de irse, baila, se mete en la ducha y rápidamente le escribe a Taehyung que estará con él en aproximadamente una hora.

Quiere liberarse rápidamente y aparecer por la noche como sorpresa en el apartamento de su omega para tenerlo en sus brazos toda la noche.

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Los procedimientos de atención se han convertido desde hace mucho tiempo en algo común para él. Jimin se cuida a sí mismo, sabiendo que él, como presentador, está obligado a hacerlo. No es que a veces no quiera cancelar un tratamiento facial doloroso o dejar su cabello en paz para teñirse interminablemente, incluso si el color ya se ha desvanecido un poco. Estar al menos un poco relajado, sin preocuparse por las cutículas bien cuidadas y el más mínimo grano en la piel, que, de hecho, es normal, es un lujo inasequible para alguien que trabaja en televisión y para alguien que es demasiado estricto con ellos mismos.