— ¿Me estás escuchando amor?— Preguntó Steve colocando su mano sobre mi hombro.
— Disculpa, estaba pensando en temas de trabajo. ¿Podrías repetirlo?
Me encontraba completamente fuera de mi mundo, mis pensamientos solo se enfocaban en una cosa: El mesero de abundante cabello castaño con ojos ámbar y hoyuelos en las mejillas.
— Te decía que podemos escoger entre varios lugares para la luna de miel, aunque mi preferido es Hawai.— Comentó Steve.
— Claro... Hawai, vamos a Hawai.— Respondí sin ganas de viajar ni siquiera a la esquina.
— Aún sigues extraña. ¿Estás segura que ese tema que te atormenta debes resolverlo sola?
— Claro... Disculpa si no te estoy prestando suficiente atención, no tienes la culpa de absolutamente nada mi amor.
— ¿Tiene algo que ver con aquella novata insoportable?
— Oh... No... Finalmente esa chica y yo nos hicimos amigas, siguió mis consejos y actualmente aún trabajamos juntas, se ha convertido en una excelente editora.— Le conté.
— Buenos días.— Nos saludó en voz baja Álvaro.— ¿Qué desean?
— Un pastel de nueces.— Pidió Steve.
— Un café de olla, por favor.— Ordené yo.
Café de Olla☕: Mezcla de espresso, piloncillo, canela y clavo de olor.
— Enseguida.— Álvaro se retiró serio.
— ¿Qué le sucede al meserito? ¿Alguna discusión con Fanny? Espero que no le haya hecho daño... O si no...
— Estoy segura de que tiene que ver con Fanny, Pero no es grave, Álvaro es como tú amor, no discutiría por nada del mundo.— Mentí.
Claramente Álvaro no se encontraba así por Fanny, y evidentemente sí era capaz de discutir, me lo había demostrado en algunas ocasiones, y el día anterior habíamos tenido una discusión por ignorar nuestras preguntas.
Steve no es capaz de discutir por absolutamente nada, sin embargo con Álvaro resulta fácil... Y aún así, la necesidad de estar cerca de él es indescriptible.
— Lo siento Kate, debo irme.— Dijo Steve mirando la pantalla de su celular.— Ha surgido una alerta roja en mi centro de trabajo, cómete el pastel que ordené.
Steve besó mi frente y corrió hacia la puerta, justo en ese momento Álvaro trajo el café y el pastel.
— ¿Steve se ha marchado?— Preguntó.
— Una emergencia en su trabajo, nada de lo que preocuparse. ¿Quieres hablar?— Pregunté frunciendo el ceño.
Sin responder se sentó frente a mí y dirigió su mirada hacia la mesa, no era capaz de verme a los ojos.
— Lo siento... He sido yo quien te ha besado, no ha estado bien. — Me disculpé. — Pero tengo en claro que estas situaciones no pueden volver a repetirse.
— ¿Qué quieres decir?
Estuve toda la noche pensando en cómo acabar de una vez y por todas esa situación.
— Lo mejor será que no vuelva aquí.— Respondí claramente a pesar de que esa había sido la frase más dolorosa que me había tocado pronunciar en mi vida.
— ¿Cómo?— Preguntó asombrado.
— Sabes que es la única salida Álvaro... Tú amas a Fanny, y yo amo a Steve. ¡No logro entender por qué esto sucede! Pero no puede suceder, estoy traicionando a mi prometido, y mi mejor amiga. No quiero que te sientas culpable... Porque todo es culpa mía. Y para que nadie salga lastimado, debo alejarme de este lugar... De ti para ser precisos. En esta ciudad hay millones de cafeterías.
— No amo a Fanny.— Respondió claramente.— Yo te mentí y debes...— Lo silencié colocando mis dedos sobre sus labios.
— No lo digas.— Expresé cerrando los ojos para evitar que corrieran mis lágrimas. — Estás confundido... Sí amas a Fanny, lo dijiste hace poco.
— Mentí. Mentí porque...— Volví a colocar mis dedos sobre su boca.
Presioné mis labios mientras ya nada podía contener mis lágrimas.
— No digas nada. Me iré para dejarlos en paz, solo les traje problemas. En cuanto me largue de aquí tú y ella podrán concentrarse en su relación y esto no será más que un amargo recuerdo.
— Pues entonces... Voy a proceder a chantajearte. — Respondió pícaramente levantándose de la silla.
— ¿Disculpa?— Pregunté confundida.
— Si dejas de venir cada mañana, entonces yo renunciaré y seré un vagabundo.
— Álvaro por favor... Esto no es un juego de niños, hablo enserio.
— Nunca hablé tan enserio en mi vida, si te vas, yo también me iré. ¿Y no quieres dejarme en la calle verdad? No te estoy obligando a que regreses aquí... Incluso soy generoso, te doy la posibilidad de que escojas.
— Eso es muy sádico de tu parte.— Respondí seria cruzándome de brazos.
Unos segundos después saqué la paga de mi bolso, el día anterior había escapado bajo la lluvia sin pagar.
— Aquí está la paga de ayer y hoy.— Dije tajantemente colocando los billetes sobre la mesa.
— ¿Estás molesta porque te he ganado?
— Adiós .— Me despedí enojada.
— ¡Eres muy mala perdedora Kate! ¿No te lo han dicho antes?
Mientras caminaba por la acera hacia mi trabajo, mi enojo desapareció y una sonrisa se formó en mi rostro.
¿No pudiste haber pensado en algo mejor? Idiota...
☕☕☕☕☕☕☕☕☕☕☕☕☕☕☕☕☕☕☕☕☕☕☕☕☕☕☕☕☕☕
![](https://img.wattpad.com/cover/373953907-288-k110588.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Hueles a café☕. (Terminada)
RomantizmPRIMERA PARTE DE LA BILOGÍA: AROMA A CAFÉ Y MALTEADA. Kate amaba el café, más que eso, necesitaba su café mañanero a diario, de lo contrario su cerebro no funcionaba y tenía el peor día de su vida. Por suerte, a dos manzanas de su apartamento había...