C-30 HERMIONE ES MÍA

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TOBIAS

— Jefe, despierte ya hemos llegado — escuché entre sueños mientras recibía pequeñas palmadas en mi mejilla.

Al abrir los ojos pude ver a Morgan intentando despertarme.

— Vamos — dije estirándome.

El hombre frente a mi asintió y salimos del avión. Al salir nos encontramos con tres camionetas, nosotros iríamos en la de en medio, después de lo que pasó no quería volver a tener ningún accidente con esa familia.

— Bien, al llegar pueden descansar y hacer lo que quieran, hasta que tengamos noticias de dónde está mi mujer — indique mientras veía la tableta donde se veía una foto recortada de ella en ese dichoso café.

— No quiero ser entrometido, jefe, pero creo que en lo que "descansamos" podemos dar vueltas por esa cafetería para ver si vuelven — propuso Corbyn.

Lo mire y vaya que tenía razón.

— Hagan lo que quieran con su tiempo, es buena idea, pero quiero asegurarme de varias cosas antes — indique.

Las camionetas se movían rápido, no me gusta ir lento. Al estacionarse nos bajamos todos.

Los únicos importantes éramos Morgan, Corbyn, Mauro y yo, las escoltas, solo iban en papel de eso, entramos todos a la recepción del hotel en el que nos íbamos a hospedar.

— Hola, ¿Los puedo ayudar en algo? — pregunto una chica de recepción.

La mire y le sonreí, tal vez Astoria no esté aquí, pero ella podría ser una buena opción.

— Hola, si eh, quiero cuatro cuartos en los pisos más altos — dije y ella comenzó a teclear.

— Solo tenemos tres habitaciones disponibles, les puedo ofrecer una suite — propuso y solo asentí.

Metí mi mano a la bolsa del saco y saque la tarjeta con la que pago todo lo que compro.

— Cargue lo a esta — indique y me volvió a mirar — Verónica, ¿Cierto? — pregunte mirando la insignia con un nombre que yacía en su pecho.

De algún lado la conozco, pensé.

— Si — regreso sonriendo de una manera muy bonita.

— Se que esto sería poco profesional de su parte, pero en serio quisiera invitarla por un café — propuse esperando su respuesta.

— Tiene razón, señor... — no termino la frase pues no sabía mi nombre.

— Black, pero me puede llamar Tobías — sonreí sin mostrar los dientes y la mire fijamente a los ojos.

— Bien Tobías, me puede decir Ronnie, así me llaman mis amigos, le regreso su tarjeta, en el último piso — dijo dándome las tarjetas que son las llaves de los cuartos y mi tarjeta envuelta en un papel.

Era un número, que si tuviera que adivinar diría que es el suyo.

— Ser profesional a veces es un poco aburrido — me guiño el ojo y fui con los muchachos.

— Bien ustedes eligen sus cuartos, nosotros nos vamos a este — indique señalando el elevador, subieron primero de tres en tres, tres veces y hasta el final nos fuimos nosotros.

— Quiero que se pongan ropa que no llame mucho la atención, van a salir a verificar la zona, quiero reportes de todo lo que tenga que ver con ella — ordene esperando llegar a nuestro piso.

Recibí un "Si" por todos.

Al llegar todos acomodaron sus pocas cosas que llevaron y al tiempo todos tenían atuendos diferentes.

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⏰ Última actualización: 13 hours ago ⏰

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