Hoy hacía más frío que ayer me puse una falda con mayas afelpadas y dos suéteres, esta vez tenía mucho frío.
Mi hermano me llevó a la escuela y de ahí el de fue a la universidad.
Las miradas no faltaban como siempre, debo acostumbrarme a esto mientras sigue.
Me fui al salón y tomé asiento, sentí que alguien tocaba mi hombro y me giré sobre mi asiento, esta Jimin.
— Hola —saludó.
— Hola Jimin —sonreí.
— ¿Quieres comer hoy con nosotros?, ayer vi que no comiste en la cafetería.
— Claro, gracias por invitarme. —sonreí.
Luego de algunas horas salimos al receso, iba en compañía de Jimin, es un chico muy dulce y agradable.
Se ofreció a ir por mi comida y lo dejo en la mesa, para después sentarse junto a mi.
— Ella es Jisoo y Jennie y bueno a Tae ya lo conoces.
— Muchos gusto, soy Min Tn.
— El gusto es mío —dijo amablemente Jisoo.
— También el mío —no la noté tan sincera.
Pasamos la media hora hablando con Jimin y Jisoo, la otra chica estaba enfocada en Tae y él en ella, aunque de repente él me daba miradas.
Volvimos a la clase, seguía álgebra y era una de mis materias favoritas, soy buena con los números.
El profesor escribió algunos ejercicios, y me pasaron a mi junto a Tae y otra chica para resolverlos.
En segundos lo resolví obteniendo un buen resultado, luego terminó la chica con un resultado igual al mío y al último quedó Tae, no había respondido nada.
— Lo siento profesor, las matemáticas son difíciles para mi.
— Ve a tu lugar, ¿alguien quiere resolverlo? —nadie contestaba, hasta que yo levante la mano— Pasa.
Pasé nuevamente y contesté el ejercicio.
— Muy bien, eres muy rápida —dijo el profesor.
— Gracias —sonreí.
Nos dejó de tarea más ejercicios de tarea y seguimos con las demás clases hasta que salimos de la escuela, otra vez mi hermano había venido por mi.
Pero esta vez Tae no vino con nosotros.
— ¿Te fue bien hoy? —preguntó.
— Eso creo —dije— ¿Y a ti?
— Bien.
Llegamos a casa y vimos un carro afuera de nuestra casa, entramos y vimos a un hombre.
— Ya estamos aquí. —dije yo.
— Hola mis amores —dijo mamá.
— ¿Quien es él?
— Un amigo —dijo algo nerviosa.
El hombre se paró del sillón e hizo una reverencia para después salir, era todo, menos un amigo de mamá.
— Estaré en mi habitación.
Subí y me dejé caer en la cama pensando en esa supuesta amistad, dudaba de ello por que mamá no tenía amigos, los únicos amigos que tenía era los Kim pero bueno, después de diez años ya no tuvo más amistades, así que no me creía ese cuento.
𝙔𝙤𝙤𝙣𝙜𝙞
Tn se fue a su habitación y me esperé unos minutos para poder hablar con mamá, sabía que mentía.
Vi que Tn ya no iba a bajar y me acerqué a mi madre, ella se notaba nerviosa.
— ¿Mamá que pasa?
— Yoon, Anthon despertó y se escapó del hospital.
— ¿Que? —abrí mis ojos como platos.
— El hombre que estaba aquí es uno de los jefes de policía, ahora es él quien está a cargo del caso. Harán lo posible para encontrarlo.
— Tn no debe saber esto, ella piensa que murió esa noche.
— Es lo que más me preocupa hijo, no quiero que se ponga mal otra vez.
— Descuida, ahora más que nunca no la dejaré sola.
— Tengo miedo Yoongi.
— También lo tengo mamá, pero ahora más que nunca debemos estar unidos.
Escuchar a mi mamá decir que el desgraciado de Anthon está vivo me dio rabia, no puedo olvidar lo que hizo, y no negaré que tengo miedo.
Miedo a que aparezca de nuevo y esta vez haga algo peor.
— Debemos buscar ayuda mamá.
— Ayuda de quien hijo, la policía está haciendo lo que puede.
— No me entiendes, déjamelo a mi.
— Solo no te metas en problemas.
— No te preocupes.
Me fui a la habitación pero pasé a ver a Tn, estaba afuera del balcón, viendo a la nada.
— Que haces —me puse a su lado.
— Viendo que ya nieve ya cesó.
— Menos frío —dijo.
— Ya lo sé, ¿crees que para navidad vuelva a nevar?
— No lo sé, faltan dos semanas para eso, puede que si vuelva a caer nieve y este peor de frío que días anteriores —negué con la cabeza, odio el frío.
— Ojalá si, sabes que amo la nieve y este mes es mi favorito de todo el año.
— Lo sé —sonreí— Iré a dormir un rato, si sales a algún lado dime, para ir contigo.
— Está bien.
Eso no sería raro, desde aquella noche de la tragedia jamás la he dejado salir sola, he sido su sombra tanto de ella como la de mi madre, daría la vida por ellas si fuera necesario.
