𝙏𝙣— Me iré a dormir hermano.
— Descansa, oye, no me molesta que salgas con Tae, solo estoy jugando con el, pero no sé lo digas —se rió.
— Está bien, descansa.
— También tu.
Me fui a mi habitación, y me cambié por ma pijama y me tiré en la cama, sonreí al pensar en mi novio, lo quiero tanto.
Me quedé dormida al instante ñero escuché ruidos extraños provenientes del balcón, pensé que era el aire y seguí durmiendo o al menos tratando de volver a dormir, cuando sentí que unas manos taparon mi boca y abrí mis ojos asustada.
— ¿Creíste que estaba muerto?, ahora te haré pagar lo que me has echo, hijita.
Mis ojos se llenaron de terror, se suponía que él estaba muerto, yo lo vi morir, yo lo... maté.
No podía hablar debido a que estaba tapada mi boca, y su otra mano estaba en mi cuello.
En un instinto se salir de ahí, mordí su mano hasta que la quitó.
— Yoongiiiiii —grité lo más que pude.
Ese hombre me dio una abofeteada, estaba forcejeando con él pero era inútil, es mucho más fuerte que yo, mis lagrimas brotaban de mis ojos, qué pasa con mi hermano que no viene.
Patalee y movía mis manos, estaba faltándome el aire, y en mis movimientos tiré un retrato que tenía con mi hermano, el ruido de los cristales romperse se escuchó en la habitación.
Hasta que vi luz entrar en mi cuarto, ví a mamá y a mi hermano, estaban en shock.
Yoongi salió de su trance y se abalanzó contra él, mi hermano era débil ante él, no había manera, el tipo era grande y robusto, mi hermano era delgado y bajito.
Mi mamá también intentó separarlo de mi pero él la empujó haciendo que se callara.
Mi respiración ya era poca, me sentía mareada y ya no podía más. Seguía pataleando pero con menor fuerza.
— Maldito hijo de puta, suéltala cobarde.
Ese tipo me soltó y pude respirar, batallé mucho para que se regulara mi respiración, después mi vista se fue a Yoongi siendo golpeado por él.
— Tn ¿estás bien?
— Mamá, mamá —dije con dificultad— Mi hermano —tomé un poco de aire.
Escuchamos un fuerte ruido abajo, y después vivimos a los Kim, Tae me vio llorar y luego miro a mi hermano, entre él y su papá separaron a ese hombre de mi hermano, tampoco podían tanto con él.
— Ya llamé a la policía —dijo la señora Kim.
Mi cuerpo temblaba al ver a mi hermano sangrado de su rostro y no se movía.
Mamá estaba igual o peor que yo.
Ese hombre golpeó a Tae, y se lanzó al señor Kim.
En mi habitación había un trofeo que había ganado en unas olimpiadas de deporte, no lo pensó y lo golpeó en la cabeza haciéndolo caer al suelo.
— ¿Que pasó? —dijo el papá de Tae.
— Él, él es mi ex marido —dijo mamá.
— Pero ¿no estaba muerto? —dijo la señora kim.
— Eso creíamos, es una historia muy larga —mamá lloraba y se acercó a mi hermano.
— Despierta cariño, por favor — decía entre llanto.
— No lo mueva señora Min, no sabemos qué daño le causó este infeliz, dijo Tae— ¿Amor estás bien?
— Mi hermano —lo abracé.
— Tranquila, por favor —sobaba mi espalda.
Escuchamos las sirenas de la patrulla y la ambulancia, ya habían vecinos curiosos.
Ese hombre se despertó poco a poco, pero ya estaba amarrado.
— Maldita sea —dijo— No te vas a salvar Tn, te haré lo mismo que me has echo.
La policía entró y se lo llevó, también entró los paramédicos y se llevaron a mi hermano, todo fue muy rápido, no hubo oportunidad de decir algo, ese hombre iba a estar en la cárcel y espero no verlo nunca mas.
— Iremos al hospital, Tae quédate con Tn, ella no está bien ahora. —dijo su papá.
— Si papá.
Todos salimos de la casa, no quería estar ahí, mi mamá se fue al hospital con los kim y Tae me llevó a su casa.
— Aquí estarás bien mi amor, no dejaré que nada malo te pase.
— Tengo miedo, ¿y si es grave lo que mi hermano tiene?
— No amor, tal vez solo fueron golpes leves, esperemos al amanecer.
— No estoy tranquila, necesito saber de él.
— Más tarde llamaré a mamá, supongo que ahorita está en revisión.
— Está bien.
Me abracé a él, aunque me sentía segura, no podía dormir, pensaba una y otra vez como es que está vivo, y para poder entrar a mi casa debió investigar donde estábamos.
Como lo odio, ese hombre le hizo mucho daño a mamá.
Mis lagrimas comenzaron a salir y Tae me apretó mas en su abrazo.
— Tranquila amor.
Me separé un poco de él y lo vi a los ojos, sabía que él no dejaría que nada me pasara.
— Te quiero —le di un pequeño beso.