La Fragilidad de los Zafiros

39 8 0
                                    

Era una noche tranquila en la mansión Uchiha, pero la calma en el hogar se vio interrumpida por una intensa discusión en el dormitorio principal. Naruto y Sasuke estaban en medio de una acalorada discusión sobre el bienestar de este último, quien había estado durmiendo mal últimamente. Naruto, preocupado por su Alfa, intentaba expresar su inquietud con suavidad, pero la frustración de Sasuke estaba alcanzando su punto máximo.

—Sasuke, estoy realmente preocupado por ti —dijo Naruto con su voz temblando—. No has estado durmiendo bien, y eso está afectando tu salud. Necesitas hablar con un médico o hacer algo para mejorar tu sueño.

Sasuke, con una expresión cansada y molesta, dio un golpe en la mesa junto a la cama.

—¡No necesito que me digas que hacer! —gritó Sasuke, su voz estaba cargada de furia—. Estoy cansado de tus constantes preocupaciones. Puedo manejar esto por mí mismo.

Naruto se quedó paralizado por el grito, sus ojos llenos de lágrimas al sentir la ira de su esposo. La voz de Sasuke había sido dura y dolorosa para el Omega, y el tono de su grito hizo que Naruto se sintiera temeroso. Las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas mientras intentaba mantenerse firme.

—Sasuke, solo quiero ayudarte —dijo Naruto con voz rota—. No quiero verte sufrir. Sólo... sólo estoy tratando de cuidar de ti.

Boruto, que había estado en su habitación cerca de ahí, escuchó la discusión y salió corriendo hacia el dormitorio de sus padres trás oir el grito. Al ver a su madre llorando y a Sasuke enfadado, su rostro se enrojeció de indignación.

—¡Papá, basta! —exclamó Boruto, acercándose a Sasuke—. No tienes derecho a gritarle así a mamá. ¡Él sólo está preocupado por ti!

Himawari y Hiwatori, al escuchar el altercado, también salieron de sus habitaciones. La expresión de preocupación y enojo en sus rostros reflejaba su preocupación por su madre. Los gemelos se colocaron junto a Boruto, firmes y decididos.

—¡No permitiremos que le alzes la voz a mamá! —dijo Himawari, con la voz temblando por la emoción—. Siempre nos has dicho que mamá tiene la razón, y eso significa que debemos protegerla.

—¡Sí! —añadió Hiwatori, con firmeza—. Nosotros siempre siempre estaremos para mamá, sin importar lo que pase. ¡No te metas con él!

Menma, el hijo mayor, había estado observando la escena desde la entrada del dormitorio. Al ver la angustia de su madre y la confrontación con su padre, su expresión se endureció. Con pasos firmes, se acercó a Sasuke, su autoridad como hermano mayor marcaba su presencia.

—Papá —dijo Menma firme y autoritaria—. Necesitas calmarte y escuchar. No estás sólo en esto, y gritarle a mamá no ayudará a resolver nada. Tienes la responsabilidad de cuidar de tu salud, pero a mamá no debes gritarle. Ni tú ni nadie en este mundo es suficiente para eso.

Sasuke, sorprendido por la confrontación directa de su hijo mayor, se quedó en silencio. La voz de Menma llena de autoridad y preocupación hizo que su enojo se desvaneciera lentamente. Miró a Menma, notando la seriedad en sus ojos.

—Menma —dijo Sasuke, tratando de controlar su tono—. No estoy tratando de faltarle el respeto a tu madre. Estoy frustrado y no supe manejarlo.

Menma, con su mirada fija en Sasuke, continuó hablando con determinación.

—Lo entiendo, papá, pero eso no justifica cómo has tratado a mamá. Siempre nos has enseñado a cuidar y respetar a nuestra familia. Ahora te toca a ti actuar de acuerdo a esos valores. No vamos a permitir que nadie  dañe a mamá, especialmente no tú.

Boruto y los gemelos menores, al ver el cambio en la dinámica, sintieron un alivio mientras la tensión comenzaba a disiparse. Naruto, aunque aún con lágrimas en los ojos, se acercó a Menma, agradecido por su intervención.

Sasuke miró a Naruto, su expresión se suavizó con arrepentimiento. Camino directo a su pareja y se inclinó con la intención de arrodillarse, tras haberlo hecho alzó si mirada para contemplar el de su amado.

—Lo siento, cari-...—cortó—. Mamá —dijo Sasuke, con voz quebrada mientras se mantenía arrodillado frente a su Omega—. No debí gritarte. Agradezco tu preocupación y paciencia conmigo.

Naruto,
asintiendo lentamente,
aceptó el pedido de disculpas.


Nota: por favor ignoren las cicatrices que Sasuke y Naruto tienen en el dibujo, esque eso es para otra historia. Les estaré muy agradecido si dejan su estrellita. Saludos.

El Aroma de la UnidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora