El Tio Itachi

28 7 0
                                    

Sasuke Uchiha estaba inquieto. Había llegado el momento de presentar a su familia a alguien muy importante de su pasado, a quien no había visto en años: su hermano mayor, Itachi Uchiha. La relación entre ellos había sido complicada debido a las circunstancias de su trabajo en la mafia, pero ahora, con su familia estable y feliz, Sasuke decidió que era el momento adecuado para reintroducir a Itachi en su vida.

La familia se reunió en la sala principal de la enorme mansión Uchiha. Naruto, su Omega, estaba sentado en el sofá, rodeado por sus hijos: Menma, Boruto, Himawari y Hiwatori. Todos estaban expectantes y un poco nerviosos, pues Sasuke había sido bastante reservado sobre su hermano mayor.

La puerta principal se abrió e Itachi entró. Sus ojos negros, serenos y llenos de sabiduría, se encontraron con los de Sasuke. Hubo un momento de silencio antes de que Sasuke rompiera la tensión.

—Familia, este es mi hermano, Itachi Uchiha —dijo Sasuke con un tono firme pero cálido.

Naruto se levantó y sonrió, acercándose para saludar a Itachi con un apretón de manos, pero Itachi, rompiendo con la formalidad, lo abrazó suavemente.

—Es un placer conocerte, Naruto. He oído mucho sobre ti —dijo Itachi con una sonrisa genuina.

Naruto se ruborizó ligeramente, sorprendido por la calidez del saludo.

—Igualmente, Itachi. He oído muchas historias sobre ti también.

Los hijos de Sasuke se acercaron, algo tímidos pero curiosos. Menma, como el mayor, fue el primero en hablar.

—Hola, soy Menma. Es un honor conocerte, tío Itachi.

Itachi asintió con una sonrisa y luego sus ojos se posaron en Boruto. El Omega se parecía mucho a su abuela Mikoto, y eso hizo que el corazón de Itachi se encogiera con nostalgia.

—Tú debes ser Boruto —dijo Itachi, arrodillándose para estar a la altura de su sobrino. Sus ojos mostraban una dulzura que sorprendió a Boruto—. Sabes, cuando era pequeño, deseaba tener un Omega como hermano, pero me tocó Sasuke —dijo con una risa suave, mirando a Sasuke con cariño.

Boruto sonrió, sintiéndose inmediatamente cómodo con su tío.

—Es un placer conocerte, tío Itachi. He oído mucho sobre ti.

—Y yo he oído muchas cosas maravillosas sobre ti, Boruto. Eres muy especial.

Los gemelos, Himawari y Hiwatori, se acercaron también. Himawari, siempre curiosa y valiente, fue la siguiente en hablar.

—¿Puedes contarnos historias sobre papá cuando era pequeño? —preguntó con entusiasmo.

Itachi rió suavemente.

—Oh, tengo muchas historias sobre tu padre. Algunas quizás sean demasiado vergonzosas para contar, pero ya veremos.

La familia se rió y la atmósfera se relajó aún más. Itachi era un narrador nato, y pronto todos estaban riendo y disfrutando de sus anécdotas.

Al pasar la tarde, Itachi se encontró sentado junto a Boruto, quien le mostraba algunos de sus dibujos.

—Eres muy talentoso, Boruto. Tienes un don —dijo Itachi, observando atentamente cada trazo en el papel.

Boruto sonrió, sintiéndose orgulloso y apreciado.

—Gracias, tío Itachi. Me gusta mucho dibujar. Es una forma de mostrar cómo veo el mundo.

Itachi asintió, reconociendo la sensibilidad y el talento en su sobrino.

—Nunca dejes de hacer lo que amas, Boruto. Tu arte puede llevarte a lugares maravillosos.

La reunión familiar continuó con más risas y conversaciones. Sasuke observó a su familia y hermano con satisfacción, sabiendo que había tomado la decisión correcta al traer a Itachi de vuelta a sus vidas.

El Aroma de la UnidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora