Destinos Encontrados

36 7 1
                                    

La familia Uchiha se reunió en la sala de estar, disfrutando de una noche tranquila. Los hijos, curiosos como siempre, habían estado preguntando a sus padres cómo se conocieron. Naruto y Sasuke se miraron con una sonrisa nostálgica y decidieron contarles la historia.

—Bueno, todo comenzó en una cafetería —empezó Naruto, recostándose cómodamente en el sofá—. Yo trabajaba allí como camarero para ayudar a mi padre. Un día, mientras servía las mesas, este Alfa entró.

—¿Papá? —preguntó Boruto, señalando a Sasuke.

—Sí, yo —confirmó Sasuke, con una ligera sonrisa—. Entré sin saludar, pedí mi orden de inmediato y ni siquiera le presté atención a tu madre.

Naruto rió—. Eso me molestó bastante. Así que, cuando preparé tu capuchino, le puse chantilly por encima. Sabía que no lo habías pedido.

—¿En serio, papá? —dijo Himawari, con los ojos bien abiertos.

Sasuke asintió—. Sí, y cuando me trajeron el capuchino, empecé a discutir con él. Pero tu madre no se dejó intimidar. Al final, me fui enojado.

—¿Y qué pasó después? —preguntó Hiwatori, intrigado.

—Nos seguíamos encontrando en la cafetería —continuó Naruto—. Cada vez que Sasuke venía, me aseguraba de que su orden tuviera algún pequeño "error". Eso siempre terminaba en una discusión, pero de alguna manera, nos divertíamos.

Sasuke intervino—. Un día, después de muchas discusiones, decidí invitarlo a cenar. Pensé que ya era hora de conocer mejor a este Omega que tanto me intrigaba.

Naruto sonrió—. Acepté la invitación y me vestí lo mejor que pude. No teníamos mucho dinero, así que mi ropa era modesta. Pero Sasuke...

—Te veías encantador —interrumpió Sasuke, tomando la mano de Naruto—. Esa noche me di cuenta de que quería pasar más tiempo contigo.

Menma, siempre curioso, preguntó—. ¿Y cómo fue la cena?

Naruto se rió—. Fue maravillosa. Sasuke fue muy atento y me hizo sentir especial. Después de esa noche, empezamos a salir más seguido. Con el tiempo, me di cuenta de que me estaba enamorando de él.

—Y yo de ti —añadió Sasuke, mirándolo con amor—. Cuando ya había alcanzado la cima en la mafia, supe que quería a Naruto a mi lado para siempre. Así que un día, le pedí que se casara conmigo.

—¿Y mamá, qué dijiste? —preguntó Boruto, emocionado.

Naruto sonrió—. Dije que sí, por supuesto. Fue una de las mejores decisiones de mi vida. Nos casamos y dos meses después, quedé embarazado de Menma.

—Así es como nací yo —dijo Menma, sonriendo con orgullo.

Naruto asintió—. Sí, mi pequeño Alfa. Dos años después, llegó Boruto, nuestro hermoso Omega con esos ojos azules.

Boruto sonrió tímidamente—. Mamá siempre dice que me parezco mucho a él.

—Y es verdad —dijo Sasuke, acariciando la cabeza de su hijo.

—Luego, dos años más tarde, llegaron los gemelos —continuó Naruto—. Himawari, con sus ojos como el cielo y cabello negro brillante. Y Hiwatori, nuestro especial albino con ojos heterocromáticos.

Himawari y Hiwatori se sonrieron entre ellos, felices de escuchar la historia de su familia.

—Hemos tenido nuestras dificultades y discusiones —dijo Sasuke—, pero siempre hemos sido felices juntos. Estoy muy orgulloso de la familia que hemos formado.

Naruto asintió—. No podría haber pedido una vida mejor. Todos ustedes son mi mayor tesoro.

Los hijos se acercaron para abrazar a sus padres, sintiéndose afortunados de ser parte de una familia tan unida y amorosa.

—Gracias por compartir su historia con nosotros —dijo Himawari, con una sonrisa cálida.

—Sí, fue genial escuchar cómo se conocieron —añadió Hiwatori.

—Estamos muy felices de tenerlos como nuestros padres —dijo Boruto, abrazando a Naruto y Sasuke.

Sasuke y Naruto se miraron con amor y orgullo.

Sabían que, sin importar los desafíos que enfrentaran, siempre estarían juntos, como una familia fuerte y unida.

El Aroma de la UnidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora