Franxi: Un nuevo comienzo

21: 🏥 Lyam 🏥

[Hospital Oncológico]

—¿Qué tal con los tratamientos del niño? —Se escuchó una voz gruesa proveniente de uno de los pasillos.

—¿Cuál de todos estos raritos? ¡Ah! ¿Te refieres al hijo del traidor? —Le contestó otro de los trabajadores, se hacía llamar Indigo.

—Ese mismo... Escuché que era un prodigio... Pero que las inyecciones le han estado jugando en su contra últimamente... —Luego empezó a acomodarse el cabello.

—Tienes razón... Yo lo he estado atendiendo... Fácilmente podría ser una máquina para matar... Pero lastimosamente no tiene fuerza mental... Es muy débil en cuanto a eso. —Respondió Indigo.

—Ya veo... Por eso los superiores han estado tan ansiosos por conseguir a su hermano... Quieren ponerlo a prueba. —Soltó una sigilosa risita.

—No te alegres tanto... Al parecer es bastante débil... Tengo entendido que nacio hecho para trabajar con los refuerzos... Ya sabes, en caso de emergencias.

—Oh... Ya veo, entonces él es como tú. —El hombre fue entendiendo todo de mejor forma.

—En cuánto a agilidad... Él deberia de ser más fuerte que yo... Ya me he retirado del campo de batalla... Recuerda que esto tiene un riesgo. —Aclaro.

—¡Felipe! —Se escuchó un grito.

—Bueno, deberías seguir con tu trabajo... Al parecer te estan buscando. —Luego indigo se empezó a reír.

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—¿Qué ocurre? —Preguntó asustado, luego vió al niño del que tanto hablaban, su cara se puso más aliviada.

—Por esta noche te lo encargaré ... —Luego se acercó a Felipe poco a poco.

—No lo hagas enojar. —Le susurró.

Felipe era bastante despreocupado, por lo que le contestó con seguridad. —Es solo un niño. Pero su compañero lo miró con una cara un tanto enojada.

—No lo subestimes. —Se marchó rápidamente.

(—Uff... Sigo con vida...) —Pensó el hombre.

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—Hola, me llamo Felipe... Espero que nos llevemos bien... Soy nuevo. —Le dijo al niño. Su voz estaba bastante nerviosa, y él niño se percató de eso.

—Hola, yo me llamo Lyam, espero lo mismo por tu parte... —Lo miró con un tanto de miedo.

El hombre le empezó a hablar al niño, este se notaba un tanto asustado... Al parecer estaba pasando momentos difíciles últimamente.

Pero hubo un momento en el que el hombre le preguntó algo. —¿Estas bien?

—Me encantaría estar bien... Pero quiero ser libre y estar de una vez con mi padre y mi hermano... Tal a como era antes. —Le respondió con una voz sensible.

—Pronto quizás podrías ir al hospital a ver como ha estado tu padre... Trataré de conversar sobre eso con mi jefe... Quizás te dejen salir por al menos dos horas. —Le sonrió.

—¿Hospital?... ¿De qué hablas? —Al niño se le empezó a borrar la sonrisa poco a poco.

—Tranquilo, la amnesia debe ser un síntoma por las inyecciones que te han dado... Recuerda que tu padre esta en coma. —Le tocó la mano suavemente.

—¡Deja de mentir! —Gritó, el niño había cambiado su personalidad rotundamente.

—¡Mi hermano me dijo que esta en un viaje de negocios! —Luego se paró de su camilla.

—No te pares... Recuerda que tienes que mantener reposo, espera... Te inyectaré esto, seguro es un mal entendido... —El hombre tomo una aguja. —Sientate, todo estará bien... —Trató de calmar al niño, pero era demasiado tarde... Ya había explotado.

—¡No! No me toques... ¿¡Qué le hiciste a mi padre!? —Luego agarró la mano de Felipe, y de un solo tirón lo arrojó al suelo.

Felipe trató de retroceder, su sonrisa se borró en un abrir y cerrar de ojos... Ahora solo quedaba una cara golpeada por el miedo.

—¿¡Por qué tratas de huir!? ¿¡Acaso tú igual crees que soy un mounstro!? —El niño de un solo tirón se desconecto de las máquinas, sus venas se marcaban más y más... Tomando un color negro, sus ojos se llenaron de sangre.

—¡Ayuda! —Fue lo último que se le escuchó decir a Felipe.

Rápidamente las alarmas empezaron a sonar por todo el hospital, pero ya era demasiado tarde.

—¡Felipe! —Indigo fue corriendo a verlo, pero allí solamente vió el cuerpo decapitado y lleno de sangre de su amigo... Con el niño desmayado al lado de su cuerpo. Indigo rompió en llanto, era una mezcla de gritos, sangre y lágrimas las que nutrian el hospital.

Rápidamente llegó más personal, trataron de ayudar al niño... Pero nadie recordaría a Felipe. Después de todo, simplemente era uno más en la lista.

//Continuará//