¿Y sí...? (TomxJake)

°• This is the moment (?

- ¡Miriam! ¿En que quedaron? - un omega severamente preocupado se levantaba de su lugar en el comedor para dirigirse a la señora, viniendo el niño tras ella. - ¿Hunter ya se fue? -

- Sí, primero quiero almorzar, Jake.
Luego hablaremos de eso. - Ese pare que le hizo la mujer solo hizo preocupar al omega. El alfa veía todo sentado, no creía conveniente intervenir en la conversación. - Después del almuerzo quisiera salir a pasear con ustedes chicos ¿Estaría bien?- dijo la mujer con una sonrisa, los presentes solo asintieron.

El almuerzo terminó bien a pesar de que este empezó con un poco de caos. Todo se baso en el alfa contando algunas de sus misiones como policías, al parecer a todos se le hizo interesante, Miriam contando sus anécdotas de la adolescencia y Jake hablando de su vida en el continente asiático.

- Bueno, espero este almuerzo fuera del agrado de todos.- finalizó el omega levantándose de la mesa. - Fue un gusto poder pasar el dia contigo, Tom. -

- El gusto es mío, ¡cocinas estupendo! Ya me imagino la suerte que deben tener las personas que comen esto todos los sábados. - Recibió una risa de Miriam.

Jake y Tom se estaban mirando, pero no cualquier mirada, una mirada llena de amor.

- Bueno, bueno ¿Vamos a salir o no? -
Interrumpió la beta de mayor edad, mucha dulzura puede arruinar un buen pastel.

- ¡Claro! Voy a ir por el abrigo de Dylan, en un minuto bajo. - Y así el omega desapareció por el corredor yendo a la segunda planta.

Por parte el pequeño estaba con la mirada perdida, era raro, siempre solía estar sonriendo o emocionado por salir.
La anciana sabía por qué el pequeño se encontraba así, pero solo esperaba que salir a pasear podría subirle el ánimo, no le gustaba ver a su bisnieto triste.
Por otro lado el policía también lo había notado, intento hablar con el niño pero este no supo que responder.

Unos pasos interrumpieron el momento, Jake ya había bajado.

- Listo, ven cariño, tengo que ponerte tu abrigo. - el omega se veía emocionado por salir, pero su emoción cambió a una de confusión al ver a su hijo decaído. - ¿Qué pasa cielo? -

No recibió respuesta del niño, podía ver que estaba algo enojado y triste.

- Tom, puedes ir avanzando con Dylan, quiero hablar con Jake sobre unas recetas pendientes que tenia en mente. -

- ¡Por supuesto! - El alfa cargo al infante llevándolo a sus hombros, haciendo reír un poco a éste. - El oficial Dylan y Tom están aterrizando en zona! - el policía estaba haciendo sonidos de radios, alegrando completamente al niño, quien le siguió la corriente con ambos saliendo del hogar.

El peliazul sintió su corazón latir rápido, ese alfa lo iba a volver loco.
Iba a seguirlos atrás pero se vio detenido por la señora de avanzada edad.

- Miriam, ahora no es el momento, necesito hablar con Dylan, ¿Te diste cuenta que esta un poco mal? - dijo un poco frustrado, lo que menos quería ahora era alejarse de su hijo.