La pareja de baile se encontraba ensayando el número una y otra vez. A Julie ya le dolían los pies de tantos giros y giros, y a Kang se le cerraban los ojos cada dos por tres. Jenna se percató de ello y decidió intervenir, para que ambos no salieran lastimados a tan solo cuatro días de la competición.
— Natalie, creo que sería mejor darles un descanso, aunque sea de una hora... porque están que se caen al suelo.
— Sí, ya me he dado cuenta... — dirigiéndose a los chicos, una vez que terminaron la interpretación, les comentó —. Bueno, bueno, bueno... Ya lo tenéis dominado... Por ello, y para que podáis descansar más, vamos a volver al horario del inicio de las clases, y por las tardes tan solo estaremos hasta las ocho, en lugar de hasta las once y media, ¿os parece bien?
— La verdad es que sí, porque yo estoy que no puedo con mi vida.
— Yo otros días podría aguantar, pero es que Emily me ha despertado casi a las seis de la mañana...
— Pues decidido entonces. Hoy, a las ocho, acabamos las clases. Ahora os podéis tomar un descansito para almorzar algo.
La profesora salió del aula, mientras Julie se quitaba los zapatos y colocaba los pies en alto. Jenna se acercó a ella con una pequeña bolsa con hielos.
— Toma, anda... que ya lo que nos faltaría es que te lastimaras a cuatro días de la competición.
— Muchas gracias, Jenna... no sabes cuanto me hacía falta.
— No es nada, para eso estamos — se sentó a su lado y apoyó su cabeza en uno de los hombros de la patinadora —. Lo hacéis de maravilla, no tenéis de qué preocuparos de nada de la competición. Vais a triunfar.
— Gracias, por pensar así — Julie dejó su cabeza sobre la de ella —, ojalá ganemos...
— Seguro que sí. Al fin y al cabo, todo trabajo tiene su recompensa, y tú llevas trabajando muy duro durante todo este último mes. Se te han juntado muchas cosas y has podido superarlas todas. Y el Tutú De Oro no va a ser una excepción.
— Ojalá tengas razón...
— Siempre la tengo...
— Bueno, bueno, chicas... qué bonito el amor... ¿y yo qué?
Jenna se puso nerviosa y sus mejillas se tornaron de un rosa fuerte. Julie se dió cuenta y habló rápidamente.
— ¿Has visto, hija? Ya se ha puesto nervioso de nuestra amistad... pobrecito.
— Pues claro..., yo también he trabajado mucho este mes...
Los chicos comenzaron a hablar, reírse y picarse durante varios minutos, hasta que fueron interrumpidos por el teléfono de la bailarina.
— Perdonad, chicos, pero tengo que cogerlo.
— ¿Quién? — Kang ya estaba al tanto de la despedida que Emily iba a hacer ese día, y se imaginaba que podría ser ella.
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Un Ballet Al Ritmo Del Amor ✓
Romance¿Los sueños son más fuertes qué el amor? ¿Es difícil encontrarlo? No. Solo es difícil mantenerlo. *** Un amor por una tontería... Suena a estupidez, pero es tan cierto... A veces pasa por solo verse o por solo escuchar su voz, pero pocas por ensucia...