111 Besos - Chestappen

4. Juego

El quinto beso fue una obligación.

No lo mal entiendan. Después de cuatro ocasiones, uno podría pensar que de alguna manera no le molestaba volver a besar a Checo.

Y era cierto, no le molestaba, pero tampoco quería hacerlo frente a sus amigos.

Era el cumpleaños de Lance.

Su papá les había dejado todo el patio para que estuvieran pasando un buen rato.

Sin embargo todo escaló de nivel cuando el chismoso de George Russell propuso un juego que para niños-adolescentes de 13 y 14 años era lo más extremo.

El juego de verdad o reto. O la botella como otros también lo llamaban.

Claro que el objetivo de George había sido solo uno.

Y es que todos sabían que Max y Checo habían sido amigos por un montón de años que tan solo imaginar que entre ninguno de los dos había pasado algo... bueno era un poco difícil de imaginar.

Entonces montaron todo un juego para que finalmente fuera el turno de alguno de los dos y alguno se dignara a escoger reto.

Jugaron por unos minutos donde todos respondieron cosas o hicieron cosas de las cuales ya se sentían avergonzados, pero cuando la botella giró hacia Max y el rubio escogió reto, George supo que era su momento.

—Bien. Besa a Checo—dijo inmediatamente, sin disimular que estaba esperando a decirlo.

Max lo miró sorprendido.

Y Checo, quien susurraba cosas con Carlos se quedó mudo.

Ambos compartieron una mirada antes de que todos comenzaran a alentarlos y se hiciera un bullicio donde le insistían a Max de besar a Checo.

—Es que, no se chicos, la verdad probablemente Checo no quiera o se sienta incómodo, además yo-

—Solo hazlo, Max, no va a pasar nada, su amistad no se va a romper o algo así.

—Si él no lo hace, con mucho gusto lo haré yo—Max escuchó que Lando Norris le susurraba eso a Oscar Piastri.

Fue como si un impulso se activara en Max y se levantó de su lugar. Si alguien tendría que besar a Checo, Max preferiría que fuera él mismo antes que Lando o cualquier otro.

—Está bien. Lo haré.

George celebró mientras Max caminaba hacia él mexicano.

Checo lo miró con incredulidad.

¿De verdad se iba a atrever a besarlo frente a todos sus amigos?

Carlos le dio un codazo cuando la mano de Max se extendió frente a él y solo así pudo reaccionar para aceptar su invitación.

—No te sientas nervioso—murmuró una vez que estuvieron en frente del otro—. Solo imaginemos que es igual a las veces pasadas.

Checo asintió lentamente, mientras esperaba el contacto.

Max se inclinó hasta su altura y de un movimiento rápido, capturó los labios de Checo entre los suyos.

Aunque su plan principal era solo darle un pequeño beso, Max sabía que sus amigos no estarían felices y los obligarían a más, por lo que decidió prolongar el beso.

Siendo así su quinto beso y el primero más largo.

Solo se separaron cuando un grito de Alex se escuchó demasiado agudo por la emoción y Max y Checo se separaron lentamente para observarse.

Se dirigieron sonrisas tímidas, con sus manos entre sus bolsillos y ambos se dirigieron a sus antiguos lugares, dándose una mirada de vez en cuando.

Max no entendería hasta mucho después el porqué Charles dejó de hablarle por semanas, o el porqué Lewis le respondía cortantemente, o el porqué Nico Rosberg empezó a tratarlo de manera descortés, ni mucho menos el porqué Lando Norris le mostraba la lengua cada que podía.

Al final de la fiesta solo algunos se quedaron en la casa de Lance para hacer una pijamada.

Entre ellos, Max y Checo.

Sin embargo ninguno pudo realmente dormir.

Por alguna razón, ese beso se había sentido distinto.

Así que en medio de la noche cada uno se levantó de su lugar y se dirigió a la cocina.

Claro que no esperaban encontrarse en medio del pasillo, ya que la casa de Lance era tan grande que pudieron repartirse las habitaciones sin problema.

—Ah, hola, Max.

—Hola, Checo.

Se saludaron con sonrisas tensas.

—¿Ibas a algún lado?—Max preguntó curioso.

—Solo a la cocina, quería un vaso con agua.

—Yo también, vamos.

En silencio y uno a lado del otro fueron a la solitaria y oscura cocina.

Ambos se sirvieron sus vasos sin hablarse y solo se miraban de reojo de vez en cuando.

Al final, fue Max quien decidió dar el primer paso.

—Oye. Lo de hoy, ¿no te incomodó, verdad?

—Oh... No, Max. Estuvo bien, digo, al final no era la primera vez que lo hacíamos.

—Sí, lo se, pero es la primera vez que nos besábamos en público y no se, quizás te sentías presionado o algo así.

Checo dejó escapar una risa.

—No, la verdad es que no. Todo estuvo bien, así que no te preocupes.

Max asintió en comprensión.

Volvieron a quedarse en silencio y mientras Max tenía su mirada clavada en el piso, los pasos de Sergio acercándose hacia él interrumpieron su campo de visión.

—Max...—llamó suavemente.

Y cuando Max lo miró para prestarle su completa atención, se llevó la sorpresa de los labios de Checo contra los suyos.

Checo lo había tomado del mentón, obligándolo a mantener su cabeza inclinada levemente hacia abajo mientras Sergio se paraba de puntas.

Max no lo tocó, Checo no hizo nada con su otra mano.

Así habían sido todos sus besos hasta ese momento.

Sin ningún contacto más que el de sus labios.

Otra vez fue un beso suave, sin ningún movimiento de por medio y esta vez fue más largo.

Ambos tenían los ojos cerrados, concentrados en el cosquilleo de sus labios mientras el tiempo se extendía.

Finalmente ambos se separaron y se miraron a los ojos.

Los ojos de Checo tenían una aura de inocencia con travesura y le sonrieron.

—Buenas noches, Maxie.

Checo se marchó después de eso.

Max se quedó parado un momento.

El sexto beso fue solo la confirmación de que definitivamente algo había cambiado.

NOTAS:
Checo siendo la morra chida en todas las historias 💪, i'm so here for it.

Muchísimas gracias por sus comentarios, de verdad que me hacen sentirme con más inspiración para escribir, me alegra que les esté gustando.

También quería pedirles que cualquier falta de ortografía me lo hagan saber porque luego se me olvida corregir porfa 🙏.

Y se me olvidó mencionar que esta es una historia mpreg aunque no se hará tanto énfasis en esto.

Nos leemos pronto.

-Syl.