Epílogo

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11, 12, 13, 14, 15...

—Max.

16, 17, 18...

—Max, ya basta.

18, 20, 21, 22...

—¡Max! Lo vas a hacer llorar.

Desde que Max descubrió que su pequeño hijo tenía celos cuando besaba a Checo, no pudo evitar hacerlo una y otra vez solo para molestarlo.

Claro que a pesar que Checo disfrutaba sus besos, se enojaba porque hacía que su pequeño Pato soltara sollozos y su ceño se frunciera con enojo.

—El sabe que estoy bromeando, pecas—se defendió.

Sin embargo, Pato lo veía con mucho enojo para tratarse de un pequeño de tan solo 11 meses de edad.

—No, no lo sabe, creo que le caes mal—Checo se rio mientras observaba a su hijo.

—Soy su padre, no le puedo caer mal.

Pero Pato no pensaba igual mientras le mostraba su pequeña lengua y se sujetaba más fuerte a los brazos de Checo.

Checo río mientras acercaba a su bebé y le daba un pequeño beso en su cabeza.

—¿Ya tienes sus cosas listas?—Checo preguntó.

—Desde ayer, cariño—le dio un beso nuevamente en su mejilla.

Pato gritó con enojo, estirando su pequeño brazo para tratar de alejar a su propio padre.

23.

Max río mientras se daba la media vuelta para tomar las últimas maletas del departamento.

Habían vivido ahí por lo menos 4 años.

Sin embargo la llegada del pequeño fruto de amor los hizo encontrar un lugar más amplio para la familia que se estaba formando

—Eres un grosero, por eso Pato no te quiere.

Max río.

—Claro que me quiere, y si no no importa, podemos crear uno segundo que me quiera—guiñó un ojo a su amado.

Checo lo sorprendió con un golpe en su hombro.

—No frente a nuestro hijo.

—Esperare a que se duerman; hay que estrenar la casa, pecas—Max atravesó la sala corriendo antes de que Checo pudiera pegarle.

Checo río rodando los ojos, tomando las últimas cosas mientras cargaba a Pato, quien lo veía con una sonrisa.

—¿Quieres un hermano, Patito?—susurró con voz dulce y aguda.

Sin embargo como si lo hubiera entendido, Pato quitó su sonrisa e hizo un balbuceo enojado entre un grito.

—Bien, parece que no quieres que alguien se robe mi atención—se rió con ternura.

Max regresó, saliendo todos juntos del apartamento.

—Tú hijo es un celoso—Checo le mencionó mientras cerraba la puerta de la casa—. Se parece a ti.

—Yo no soy celoso—Max frunció el ceño.

—Sí, claro—Checo rodó los ojos—. Tú crees que no me doy cuenta, pero eres muy evidente.

Max sonrió, negando a admitir las palabras de su esposo.

Y cuando Checo se dio media vuelta para ir al elevador, se detuvo al no sentir al rubio a su lado.

Max se encontraba en frente de la puerta de su anterior hogar, mirándola fijamente.

—¿Todo bien?—Checo preguntó.

Max asintió, observándolo de reojo con una sonrisa ladina.

—Sí, solo estaba pensando en lo que hemos pasado aquí.

—¿Ah, si? ¿Como cuáles?

—Nuestro beso 111. Aquí fue donde al fin nos confesamos.

Checo sonrió con ternura.

Ahora, se sentía un poco tonto que solía pensar que Max lo rechazaría.

—No me arrepiento. Venir corriendo con tal de estar contigo, lo hubiera hecho una y otra vez.

Max sonrió, separándose de la puerta y yendo a lado de su esposo.

—Yo tampoco me arrepiento—dio un beso en la mejilla.

Pato gritó, amenazando con un puchero en sus labios.

24.

—Ese pequeño demonio—Max murmuró con una risa.

El elevador llegó y en cuanto abrió las puertas la familia se introdujo.

—Aquí también hicimos a Pato; tampoco lo olvidaré.

Checo dejó escapar una gran risa.

—Bueno, quizás podamos hacer uno nuevo en la nueva casa cuando Pato se duerma—Checo río ante la cara llena de ilusión de Max.

—Me parece perfecto.

Y se acercó a darle un beso a su hermoso pecas.

Pato volvió a gritar, derramando lágrimas mientras intentaba pegarle a Max.

25.

Las puertas se cerraron.

Con la imagen de un bebé precioso de cabello castaño, ojos miel y pecas esparcidas, combinando lo mejor de los genes de los hombres que lo observaban riendo.

Dando paso a una nueva etapa de su vida.






NOTAS:
Y aquí el epílogo.

Siento mucho no poder subirlo ayer, tuve unos problemas JAKDKA, pero ya aquí está.

Tmb ya estoy preparando los extras que me pidieron y si quieren algo más avísenme.

Gracias por todo, de verdad, 111 besos tiene más 10K de vistas y no saben lo muy feliz que eso me hace.

Seguiré escribiendo historias y os chestappen, tengo un montón de ideas que espero que sean de su agrado.

De verdad que gracias por todo.

Nos leemos pronto.

-Syl.

111 Besos - Chestappen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora