Capítulo 4

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Capítulo 4 | "Culpa"

Capítulo dedicado a @JaciAC

Riley Duncan

***

Estaba nerviosa, mis manos temblaban y trataba de limpiarme el sudor de estas en el dobladillo de la falda que había elegido con ayuda de Sheila.

Habíamos sido amigas desde que éramos niñas. Desde ese entonces recordaba el amor platónico que había tenido por su hermano mayor, Jackson.

Era un poco cliché, la chica enamorada del hermano de su mejor amiga, pero no podía evitarlo, Jackson me encantaba, me enloquecía. Con su cabello negro y sus ojos marrones, de un marrón tan oscuro que parecía negro, era alto, no demasiado, pero lo suficiente para poder usar tacones a su lado y que él aún me sacara un par de centímetros.

Su cuerpo era bastante atlético, haciendo suspirar a todas las adolescentes de nuestra generación, dado que practicaba boxeo de vez en cuando con su mejor amigo. En un gimnasio cerca de casa.

Siempre había estado enamorada de él, en secreto, sin hacérselo saber a nadie más que a Sheila, porque era mi mejor amiga, mi confidente.

Hasta que un día, en una fiesta que celebrábamos en casa de Darlan, el mejor amigo de Jackson y novio de Sheila, decidí tomar más margaritas de las que estaba acostumbrada. Pareció ser el impulso de valentía que necesité para invitar a Jackson a bailar conmigo, en el centro de la pista de baile improvisada en casa de Darlan.

Él aceptó, y terminamos bailando al compás de la música en el centro de la habitación, recuerdo la sensación de sus grandes manos en mi pequeña cintura, bajando a mi cadera e incitándome a moverme más cerca, su respiración pesada en mi cuello, su pelvis imitando los movimientos de mis caderas, recuerdo haberme girado en sus brazos, colocar mis manos en su cuello y entornar mi mirada en la suya, perdiéndome en sus obsidianas negras.

Recuerdo inclinarme y rozar mis labios con los suyos, tal vez demasiado valiente gracias al alcohol en mi sistema. Recuerdo que ese gesto bastó para que él perdiera el control y estampara sus labios con los míos en un beso demoledor.

Y aunque recordaba que luego de eso tuve que correr a ayudar a una Sheila borracha vomitando en el baño, que arruinó completamente mi momento soñado, no podía borrar la sensación de sus labios sobre los míos.

Aunque al día siguiente pensé que lo había jodido, que nuestra relación se iría por la borda, porque era claro que él no sentía lo mismo por mí, que de seguro debía verme como sólo una niña, como la hermana de su mejor amiga, me equivoqué.

Él vino a buscarme, se plantó en la puerta de casa y me invitó a salir.

Así que ahí estaba, con una falda que elegí con ayuda de Sheila y un top rosa, nerviosa, aterrada, pero feliz de que el chico de mis sueños me estaba invitando a salir finalmente.

Recuerdo que la cita fue increíble, Jackson se portó como siempre soñé.

Luego de esa cita, vino otra, y otra, y otra, hasta que dejé de notar en qué momento la delicada línea que dividía la amistad del amor, se desdibujó también para él.

Jackson se llevó todas mis primeras veces. Mi primer beso, mi primera cita, incluso mi primera vez. Sin embargo, yo sólo me llevé una de sus primeras veces.

Fui la primera chica a la él quería realmente. La primera chica a la que él amó.

Y eso era suficiente para mí.

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