CAPÍTULO 24

66 8 56
                                    


CAPÍTULO VEINTICUATRO | Mi dulce Vera.

7 meses después...

VERA YAROVTOV.

Termino de vestir a mi más pequeño amor y le doy un beso en la frente.

Es increíble como te hace sentir ser madre.

¿Estás lista mamá? —entra mi bebé más grande, Aaron con un trajecito que lo hace ver más guapo que de costumbre—. Estamos esperándote —asiento. 

Es mi cumpleaños número 22 y estoy realmente feliz, me siento totalmente diferente con respecto a mis cumpleaños anteriores. Cargo a mi bebé y salgo de la habitación para ir al salón donde todos están esperándome. Mientras voy bajando las escaleras mi bebé recuesta su cabecita en mi hombro y acaricio su espalda.

Ha crecido muy rápido y cada vez que hace algo nuevo lloro desconsolada por rehusarme a que crezca tan rápido.

Se me ensancha la sonrisa al ver a mi esposo, papá cargando a su hija, Mel cargando a su hijo, mis otros bebés vestidos muy guapos, mi hermosa princesa mayor y mis suegros, todos sonriéndome esperando por mi. La decoración es espléndida con rosas blancas, todo es sencillo, pero realmente hermoso.

Este año no quise nada glamoroso, solo quería estar con mi familia es lo que realmente me importa.

Mi esposo camina hasta mí y me ofrece sus brazos para que le dé a nuestro hijo y así hago.

—Glückliches leben, meine göttin.

—Te amo mi rey, gracias por todo.

Toma mi mano y caminamos hasta donde están los demás. Todos me felicitan y me entregan sus obsequios, en bolsas, cajas aterciopeladas y otras cosas que revisaré luego.

—Luces hermosa querida —mi suegra me da dos besos uno en cada mejilla—. Por primera vez en la vida agradezco que mi hijo no haya decidido hacerme caso —la abrazo.

Charlotte ha sido maravillosa con nosotros, tengo mucho que agradecerle y aunque al principio creí que era una hipócrita, me demostró que realmente hay aprecio de por medio, cuando algo se me complicaba o no sabía cómo hacerle ella muy paciente me ayudó, sin quejarse u objetar. Hace 2 meses que se fue de casa porque el señor Jacob llegó y al quedarnos solos mi esposo y yo, nos dimos cuenta de lo complicado y hermoso a la vez que es ser padres primerizos con tres hijos de diferente edades y una de 19 años.

Mis hijos Nick y Caleb corren a mi para llenarme de besos y me agacho para abrazarlos.

—Mis príncipes —revuelvo sus cabellos.

—Feliz cumpleaños mami —dicen ambos y vuelven a abrazarme. No dudo en envolverlos a los dos con mis brazos y me fundo con ellos por un momento.

—Mi turno, insectos —los aparta Sophia y niego, pero me río.

Desde que está mayor, es una adolescente... no diría que rebelde, pero si con carácter fuerte.

Abro mis brazos y sus ojos se llenan de lágrimas igual que los míos.

—Feliz cumpleaños madre, no tendría como agradecerte todo lo que has hecho por nosotros.

Tríada Oscura ©, +21 (Pactos de silencio) Tomo II. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora