Tríada Oscura ©, +21 (Pactos de silencio) Tomo II.

CAPÍTULO 18

"Cuando la traición viene de personas que amamos es difícil de asimilar y más dolorosa que cualquier otra"

Un mes después...

CAPÍTULO DIECIOCHO |

DRAKO YAROVTOV.

Jodida esposa me gasto yo, ¿cómo se atrevió a traicionarme?

Lo que más me jode es que me entregué a ella como no lo hice con nadie, ni siquiera con Énya y terminé odiándola más que a la madre de mis hijos.

Ya no sé por donde mierda buscar, le escribí a Damon, pero me respondió la bazofia de su padre al cual por cierto no soporto y en estos jodidos momentos menos, no sé si le dio el recado que le dejé, pero realmente no tengo tiempo para ir a verlo y cerciorarme de que efectivamente si va a surtirme con las armas y los hombres. No tengo mente para nada en estos momentos.

Lo único que tiene toda mi jodida atención es: Encontrar a mi esposa.

Esposa...

Ya ni siquiera debería decirle así, no lo merece.

Necesito hombres, armas, municiones, tanques de guerra, bombas nucleares toda mierda para acabar con Rusia si de encontrar a Melissa se trata.

Ryan es otro que tampoco aparece, tiene desaparecido como dos semanas y no se ha reportado, ni siquiera me ha dado señales de vida y tampoco es como que vaya a encontrármelo en una zanja tirado. A Adrik lo he visto pocas veces anda jodiendo con la mocosa de Mikka, otra que no soporto y tengo que aguantarme con el cuento de "tengo que avanzar". Me vale mierda con quien esté.

Todos andamos buscando hasta por debajo de las piedras a Melissa y a los niños, pero joder, todo parece una maldita película de tipo "sin rastro" de esas que la gente no deja ni una puta pista, parece que la tierra se los tragó.

Esta situación me exaspera demasiado a tal punto que ya no sé ni que día es.

Necesito... no sé que necesito, siento que estoy jodidamente perdido sin esa mujer y es lo que más me frustra. Que yo antes era una persona demasiado independiente aún teniendo mujer, pero desde que nos casamos tengo un jodido deseo irrevocable por estar encima de ella, parezco un maldito puberto, un maldito poseso por su culpa.

¿Qué me pasa? Yo no soy así.

He conquistado naciones, he hecho polvo organizaciones que se consideran letales, he asesinado a tantas personas que ya perdí la cuenta y estoy aquí hecho mierda por una niñata que volví mi esposa.

Escucho un disturbio afuera e inmediatamente me levanto a ver que pasa, encontrándome con Ryan drogado, moliéndose a golpes con Gregor, mientras Ro y Fernando intentan separarlos en medio del salón.

—¿¡QUÉ MIERDA PASA!? —vocifero yéndome contra ellos—. ¡LO MENOS QUE NECESITO EN ESTOS MOMENTOS ES QUE USTEDES DOS ESTÉN PARTIÉNDOSE LA CARA!

No me determinan, de hecho siguen peleándose con más energía. Ryan conecta su puño derecho a la nariz de Gregor y de esta empieza a salir un hilo escandaloso de sangre. Agarro a Ryan por el cuello y lo llevo contra la pared, separándolos.

—¿Qué mierda te pasa? —pregunto iracundo.

Tiene el pecho subiendo y bajando con violencia dándole aspecto de un jodido animal salvaje, pero a mi no me interesa. A mi casa no va a venir nadie a hacer lo que se le dé la gana y menos en este puto momento que tengo la vida hecha mierda.