CAPÍTULO 20

48 7 34
                                    

CAPÍTULO VEINTE | Para levantarnos, necesitamos caer.

VERA YAROVTOV.

—Te amo— jadea mi esposo mientras le propino una deliciosa mamada matutina—. Eres jodidamente sexy esposa, tu boca esta tan caliente... —succiono y sus piernas tiemblan avisándome que esta por correrse. Mete sus manos dentro de mi cabello y empuja su gran polla dentro de mi boca ocasionándome arcadas violentas.

Es demasiado grande y me encanta demasiado. Lo que más amo es que es mi esposo, mío mío.

Sus embestidas a mi boca se vuelven descontroladas y me tengo que agarrar de sus muslos para sostenerme mientras me folla la boca y mis lágrimas salen.

—E-estoy por correrme...— gruñe excitado.

—Dámela toda Sr. Alemán, por favor —pido cuando sale un poco de mi boca dejando espacio.

Arremete duro y mi vista se nubla con lágrimas por la violencia con la que se mete en mi boca, hasta que se hunde en lo más profundo y siento su tibio derrame inundar mi boca, saboreo unos segundos el líquido exquisito que me preñó y lo trago todo sin dejar una gota.

—Quiero que mi esposo me folle hasta el cansancio, quiero sexo sado —su mirada esta totalmente oscurecida.

—Me fascinas como no tienes idea... pero sabes que ya no podemos. Deja de provocarme así, que no soy capaz de resistirme —pongo mi dedo en su boca para callarlo y me siento con cuidado sobre él.

—Déjame disfrutarte y sentir tu verga con sexo rudo —ronroneo y desperdigo besos por su cuello despacio.

—Muero por follarte así, pero estás preñada y solo quiero cuidarlos, porque si fuera por mí, estuviera clavándote la verga a cada segundo como un animal —suspira pesado.

—¡Oh vaya no había notado que estoy embarazada! —chillo sarcástica y ríe.

—Ven, vamos a que coman algo —se levanta conmigo cargándome como si no pesara o como si no tuviera una barriga de 7, casi 8 meses. 

Baja las escaleras con extremo cuidado de no caernos y camina hasta la cocina, me sienta sobre la barra mientras saca un montón de cosas de la nevera para comenzar a preparar algo y me acaricio la barriga para que mi bebé se mueva un poco hoy. Al principio me frustré muchísimo porque pensé que yo estaba haciendo algo mal, pero la doctora nos informó que era totalmente normal y fue así como pudimos tranquilizarnos. Aunque mi esposo siempre estuvo muy apacible dándome apoyo, asegurándome que nuestro hijo se movería pronto. Y sí, al final tenía razón, unos días después, estando en el jacuzzi nuestro bebé se movió, ¿y qué creen? Lloré como 10 horas.

Porque al parecer soy una sensible de mierda.

Sin embargo, estoy demasiado feliz por vivir todo este proceso con alguien que me adora y me ama demasiado, el sentimiento es muy bonito y gratificante, todas las embarazadas deberían pasar por cosas así y no como yo... cuando...

Ya no quiero recordar eso.

Observo a James quien se mueve de un lado al otro cocinando y estoy maravillada por la deliciosa escena que me regala. Desde que mi embarazo avanzó, mi libido aumento al 100000% y quiero follar a cada momento con mi hombre o tener su rica polla en mi boca para saborearlo, aunque a veces no me salga con la mía porque me cuida como si estuviera apunto de quebrarme por cualquier cosa.

Es un exagerado de mierda, pero aún así lo amo.

—Mi amor, ¿dónde está Mel? —tengo rato que no la veo.

Tríada Oscura ©, +21 (Pactos de silencio) Tomo II. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora