–Ahora ya no hay marcha atrás. –dijo Astrid mientras entraba al recinto junto al resto.
–Sí. Genial. –Hipo no estaba muy entusiasmado mientras Eira entraba de brazos cruzados.
–¿Quién les dejó entrar? –se quejó Chusco.
–Tú abuela. –respondió Eira causando que todos rieran mientras miraban al chico, quién se rio de forma sarcástica.
–Muy graciosa.
–Muy bien, vamos a empezar. Aquel recluta que sea el mejor tendrá el honor de matar a su primer dragón, delante de la aldea entera. –explicó Bocón a los alumnos.
–Hipo ya ha matado a un furia nocturna, así que...¿Eso lo descalifica o...?
Chusco y Brusca comenzaron a reírse mientras Astrid los miró aburrida y Patapez parecía preocupado y se disculpaba con la mirada. Eira comenzó a enfadarse pero sabía que pelear en aquel momento no solucionaría nada, por lo que simplemente colocó su mano en el hombro de su hermano para hacerle saber que tenía su apoyo, algo que Hipo agradeció con una sonrisa antes de que Bocón se acercara a ellos.
–No te preocupes. Eres pequeño y débil, así los dragones no irán a por ti e irán a por los otros vikingos más rudos.
–Si me ataca un dragón el primero al que usaré de cebo será a Mocoso. –dijo Eira mirando al chico con odio.
Hipo y Eira se colocaron en fila junto al resto, cada uno llevaba un arma; Hipo iba con el hacha que le dio su padre mientras que Eira llevaba una espada guardada en su funda y atada a su cintura. Bocón comenzó a explicarles los tipos de dragones que tenían atrapados mientras Patapez decía todas sus habilidades hasta que Bocón le gritó que se callara provocando que el joven se avergonzara.
–Es increíble que sepas todo eso. Me gustaría que me contaras más. –le susurró Eira provocando que Patapez sonriera emocionado.
Si había alguien en la aldea igual de cerebrito que Patapez, era Eira. A ella le encantaba saber todo tipo de información nueva sobre dragones y aprender más de ellos en vez de matarlos, le parecían una especie increíble que tenía que ser estudiada y tal vez poder ser amigos. Bocón liberó a un gronckle para susto de los jóvenes, quiénes salieron corriendo cada uno por cada lado mientras el dragón chocaba contra las paredes y comía algunas rocas que habían tiradas en el suelo.
–Bien. ¿Qué debéis hacer?
–¿Buscar un médico? –dijo Hipo.
–¿Tener supervelocidad? –preguntó Patapez asustado.
–Un escudo. –contestó Astrid con seguridad y en posición de pelea.
–Exacto. Un escudo.
Los jóvenes fueron a por los escudos siendo los primeros eliminados Chusco y Brusca al pelearse por el escudo, luego siguió Patapez quién se distrajo al responder una pregunta y seguido fue Mocoso, quién se distrajo al intentar ligar con Astrid. Eso dejó a Eira, Hipo y Astrid contra el gronckle. Eira continuó haciendo ruido con su espada y el escudo mientras el gronckle aunque estuviera aturdido continuó lanzando llamaradas.
–Parece que sólo quedamos nosotros. –le dijo Hipo a Astrid intentando conversar con ella.
–Sólo quedáis vosotros.
Astrid esquivó la llamarada provocando que diera al escudo de Hipo, el objeto comenzó a rodar mientras el chico le perseguía quedando arrinconado contra la pared. El gronckle se acercó a él preparándose para lanzar la bola de fuego mientras Hipo se tapaba con sus brazos.
–¡Hipo cuidado! –gritó Bocón.
Astrid y Bocón observaron como Eira rápidamente comenzó a correr contra el gronckle lanzándose contra él con su escudo y haciendo que fallase el tiro. El dragón cayó al suelo al igual que Eira, quién se levantó rápidamente para seguir golpeando la espada contra el escudo y el dragón huyó a su celda dónde Bocón lo encerró antes de acercarse.
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Más allá de lo desconocido (HTTYD)
FanfictionHipo y Eira, son dos jóvenes vikingos que comienzan sus clases para convertirse en guerreros al igual que su padre. Ambos inician su entrenamiento junto al resto de jóvenes de la aldea, pero ambos hermanos descubrirán que todo lo que les contaban so...