Capítulo 9

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Con un ágil movimiento Eira sacó de la manga de su traje un pequeño puñal el cuál, con algo de esfuerzo, consiguió clavar en una de las patas del dragón y eso causó que cayera al vacío al soltarla. Reign cayó en picado y justo antes de que se hundiera en el agua helada debido a los glaciares, la atrapó.

–Eres la mejor Reign. Sabía que me atraparías. –felicitó Eira mientras acariciaba a su dragón y le daba un beso en la cabeza. –Es hora de ver quién es.

Eira observó como la mujer se marchaba hacia una especie de montaña hecha de hielo, frunció el ceño antes de indicarle a Reign que la siguiera pero que fuera con cuidado. Una vez llegaron al interior de una cueva, Eira se encontró con varios dragones los cuáles comenzaron a gruñirle pero la joven dejó su espada en el suelo y se acercó sin miedo a un Nadder, al cuál comenzó a rascar en el cuello provocando que se relajara.

–¿Quién eres? –preguntó la mujer acercándose lentamente.

–Eso debería preguntártelo a ti. Me has atacado e intentado secuestrar, será mejor que me lo digas o Reign no dudará en atacar. –Reign se acercó a Eira para rodearla con su cola de forma protectora.

–¿Eira?

–¿Te conozco? –preguntó Eira confundida.

La mujer se quitó la máscara revelando a una mujer de pelo castaño y ojos verdes, muy parecida a ella. Eira se quedó confundida mientras aquella extraña mujer se acercaba a ella para verla mejor, al ver lo adulta que era retrocedió entristecida mientras le dedicaba una sonrisa triste.

–No, eres muy pequeña cuando ocurrió. –dijo la mujer recordando aquel día. Eira la miró confundida pero comenzó a atar cabos de todo lo que decía.

–Tú...no serás...mi...

–Soy Valka, tu madre.

–Mi madre falleció, la mató un dragón y...

Eira se detuvo al sentir a Valka abrazarla, su aroma se le hacía familiar y su cuerpo no pudo evitar relajarse sin ella pedirlo. Una vez se separaron, Valka le contó lo que en verdad había ocurrido cuando Hipo y ella eran tan solo unos bebés. La mujer le enseñó a Eira todo el lugar, un santuario de dragones dónde vivían a salvo de los tramperos o cazadores de dragones. Eira observó el lugar con emoción, su sueño era que aquellas criaturas estuvieran en un lugar así, un mundo oculto donde pudieran vivir en paz y ella se aseguraría de protegerlos.

Reign comenzó a impacientarse al ver a los bebés de los dragones corretear alrededor suya. Algo que causó gracia en Eira y Reign la tiró al suelo con su cola, Valka observó la relación entre ambas y no pudo evitar sonreír.

–Veo que os lleváis bien. ¿Dónde la conseguiste?

–La crie desde que salió del huevo. Padre siempre ha preferido a Hipo antes que a mí, a él le ha dado más atención y será el nuevo jefe al ser el primogénito. –Valka frunció el ceño al escuchar aquello pero se mantuvo en silencio. –Yo soy más apta para el puesto pero él no me escucha. Un día, cuando tenía 4 o 5 años, me escapé de casa y me fui a la playa. Allí encontré su huevo y decidí criarlo por curiosidad. Desde que nació hemos estado siempre juntas.

–Ya veo. –dijo Valka observando de cerca a Reign. –Hacía tiempo que no veía a un Arena Fantasmal, suelen ser muy solitarios y rara vez se les ve. Es increíble que hayas forjado una amistad con uno. Y mira, tiene más o menos tú edad.

Valka también le presentó al dragón alpha, Eira quedó encantada con el dragón y como le tiró un aliento gélido congelándole parte de su pelo. Las horas pasaron hasta que Eira decidió marcharse para descansar en su isla, algo que Valka le instó a quedarse con ella y eso hizo. Durante varios días, Eira estuvo viviendo con Valka en el santuario hasta que una mañana fue a visitar a Drago, pero cuando lo hizo sus hombres atraparon a Reign, causando que Eira mirase mal a Drago, quién sonreía.

Más allá de lo desconocido (HTTYD)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora