Tres mil millones de latidos

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Pedro Pablo estaba en su casa ordenando la habitación, Salomón su hermano mayor entro mirándolo con curiosidad.

- Te buscan en la puerta -

- Quien ? - Preguntó con curiosidad

- Es un hombre que trae paquetería para ti, ve para que pueda interrogante -

Pedro Pablo Rodó sus ojos por ese comentario tan innecesario. El beta le entregó un paquete grande después cerró la puerta.

- Que es ? .. quien te lo manda ? Y lo más importante porque te lo manda ... ? Tienes novio ? -

- No sé, No sé, No sé y No .. en qué momento si siempre estás conmigo -

- Alguien de la nocturna , lugar donde no puedo vigilarte-

Lo ignoró para poder abrir el paquete con impaciencia. Eran pinceles, colores, pinturas, cuaderno de dibujo y libros sobre nuevas técnicas de arte, todos de marca costosa, no habia una nota.

- Quien te lo mando ? Será mejor que me lo digas ahora o le diré a mamá -

- Realmente no lo sé -

- Bueno vamos a devolverlo -

Frunció el ceño - No, es mío -

- Entonces sabes quién te lo mando ? - Entrecerró los ojos de forma acusatoria

- No pero es mío porque tendría que regresarlo -

- Porque no vas aceptar regalos de desconocidos, luego van a querer cobrarte de manera que no voy a permitir -

- Me gustaría conservarlos, es mmm tan ... Nunca podría tener algo así en tan corto plazo ... Tendría que ahorrar mucho, Por favor ... quiero conservarlo - Suplicó

- Lo siento pero no... Se puede salir de control - Le arrebató la caja - La llevaré a la paquetería para que lo regresen -

- Es injusto - algunas lágrimas querían salir

- Pedro Pablo lo hago por tu bien algunos Alfas dan este tiempo de cosas a Omegas ingenuos como tú y después quieren otras cosas a cambio -

Pepa se fue a su habitación molestó y triste, se puso a llorar aunque en el fondo sabía que su hermano podía tener la razón, aun así eran sus cosas y él era quién debía tomar la decisión sobre que hacer con ello, siempre sucedía ésto, en su afán por protegerlo su familia era quienes toman las decisiones sobre su vida.

La puerta de la habitación se abrió dejando ver a Salomón quien suspiró y sentándose en la cama.

- Si alguien te molesta, si te insinúa algo indecente... Debes decírmelo - Suspiró - Ten tú estúpida caja -

Pepa lo miró a los ojos - Gracias -

Empezó a sacar todo el material, estaba demasiado emocionado.

- Tienes idea de quien pudo ser ? - Pepa negó con la cabeza - No es malo que te estén cortejando o te guste alguien, Es lo más normal del mundo - Hizo una pausa - Pero me gustaría conocerlo, saber sus intenciones, tener una plática con él -

- No tengo idea de quién fue -

- Es alguien que te conoce o sabe lo que te gusta -

- No tengo amigos Alfas - Meditó

- Eso me hace sentir peor, quizás es un acosador -

Pedro Pablo empezó a poner algunas cosas en su mochila.

- Iré a la casa de los Villa de Cortés, Hoy le voy a presentar los bocetos a Don Esteban -

- Te llevaré entonces -