Tres mil millones de latidos

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Pedro Pablo estaba guardando sus cosas para el fin de semana de una manera lenta.

- Apúrate, ya casi pasa Don Esteban por nosotros -

- Porque tenemos que ir ? - Murmuró

- Porque es una oportunidad para salir de la rutina y para convivir con los Villa de Cortés, ahora somos casi casi una misma familia -

- Me gustaría quedarme - Dijo guardado su última prenda - Crees que si le preguntó a mamá me dejaría quedarme ?... -

- Te ahorraré tiempo.. la respuesta que te dará es No y para ser sincero tampoco me gustaría que te quedarás sólo tanto tiempo, porque te quieres quedar ?... Ayer estabas animado de ir .. - Tomó su mochila y la puso sobre su hombro.

- Aún no termino el mural y es para el próximo fin de semana ... quería avanzar un poco ... - Mintió - Conozco las reglas ... Podría cuidarme solo .. -

- No te va a dejar mamá pero si quieres preguntarle hazlo -

- Podrías quedarte conmigo - Lo miró con ojos suplicantes

- No, lo siento pero no ... Es mi oportunidad para pasar más tiempo con Gala y no quiero desaprovecharla -

Pedro Pablo puso la mochila sobre sus hombros para salir de la habitación con paso seguido de Salomón, Su tía paz y Doña Lupita estaban en la sala platicando por lo que empezó a caminar hacia la habitación de su mamá quien estaba terminando de empacar.

Mireya vio la expresión tensa en Pedro Pablo.

- Que paso ?, te hizo algo Salomón ? - Se acercó y lo abrazó, Pepa se acurrucó en el abrazó.

- Puedo quedarme ? - Murmuró

- Porque te quieres quedar ? -

- Quiero avanzarle al mural -

- Lo terminarás el lunes, tomate un descanso -

- Conozco las reglas puedo cuidarme sólo y no saldré mucho de casa ... -

- Lo siento pero no cariño, son muchos días, cuando tengas tus propios cachorros vas a comprender muchas cosas que quizás ahora no lo haces y piensas que son injustas pero solo quiero cuidarte.. además será divertido, incluso vamos acampar -

Pedro Pablo hizo una mueca.

- Cambia esa cara, ahora vamos - Le dió un suave empujón obligándolo a caminar

Tomo las correas de su mochila y camino lentamente, se sentía triste y ansioso. Llegó a la sala dónde todos estaban emocionados, Pepa de verdad quería compartir el sentimiento sin embargo no se sentía capaz de hacerlo.

Los Roble minutos después estaba afuera de su casa, cuando llegó la camioneta, Esteban bajo y saludo a cada uno de manera cordial, Pepa aún conservaba la esperanza de quizás ver a Bosco .. pero no fue así lo que lo hizo sentir desilucionado.

Subieron a la camioneta, el resto del camino fue en absoluto silencio.

4 horas y media fue el tiempo que les tomo llegar al rancho y como bien lo había comentado Salomón, Era grande, incluso cada uno podía tener una habitación propia.

El recibimiento fue cálido, tranquilo acompañado de pequeñas sonrisas y elogios.

- Me alegro mucho que estén aquí - Sonrió Porfirio - Dónde está Bosco ? -

- Es un caso perdido abuelo - Murmuró Gala - Decidió quedarse -

- Mano dura y firme es lo que necesita, eres muy blando con él - Miró a Esteban que solo suspiró.