Tres mil millones de latidos

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- Ahora ponlo allá - Señalo un rincón - Y eso aquí junto a mi .. oh y sabes eso .. -

- Puta madre !! - grito enojado - No soy tu maldito empleado -

- Que grosero eres Villa de Cortés -

- Eres muy irritante .. la palabra correcta sería insoportable-

- Muchas gracias - Le sonrió dulcemente - Pero debes dejar de hacer esos comentarios cualquiera pensaría que estás enamorado de mi -

Rodó los ojos colocando las cajas en el sitio que le indicó.

- Por supuesto que no, ni siquiera eres mi tipo .. tienes cuerpo de una tabla, como una tabla parlante que no puede mantener un segundo la boca cerrada -

Pepa disfrazó la tristeza que sintió en su corazón con una sonrisa, ese comentario le dolió mucho.

- Y aún así me besaste - Se encogió de hombros - Creó que estás muy enamorado de mi - Le hizo ojitos, Bosco se sonrojo y desvío la mirada - Te sonrojaste !! - Señalo

- No es cierto -

- Lo has hecho, no intentes negarlo .. te he visto -

- Viste mal, es la iluminación del lugar -

- Que terco eres .. -

- Habló el Omega rey de la necedad -

- Yo soy capaz de aceptar cuando me sonrojo -

- Mentira, no lo haces.. te sonrojas cuando yo te miró o cuando te descubro mirándome -

- Voy a comenzar a creer que de verdad te gustó mucho como para que digas tantas tonterías - Entrecerró sus ojos

- Es todo lo que necesitas ? - Colocó la última caja en lugar.

- Sip -

- Bueno, adiós - Se dió la media vuelta

- Me vas a dejar sólo ? -

- Y que pretendes que haga ? - Lo miré incrédulo

- Cuidarme, que pasa si llega un Alfa.. -

- Tengo muchas cosas más interesantes que hacer que cuidar tu virgen trasero -

Pedro Pablo se sonrojo violentamente - Eres muy grosero pero ya vete .. Si me pasa algo serás tú quien le de la noticia a mi mamá - Bosco le sonrió como respuesta y se fue.

Pedro Pablo tomó un lápiz y su boceto, le dolía la indiferencia que le daba .. como darse cuenta que realmente no le importaba un poco. Pensar en la manera que se aseguró de que Lucas llegará a casa mientras a él lo dejó abandonado a su suerte.

Parpadeó soltando unas cuántas lágrimas empezando a dibujar.

- Y ahora porque lloras ? - Bosco entró con una naranja en la mano y una consola portátil.

- Tengo hambre - Mintió

Rodó los ojos - Ten - Se acercó y le dió la naranja, Pepa lo miró - No esperes que también le quite la cáscara por ti -

- Gracias, pensé que te habías ido - Trato de sonar casual.

- Haré tiempo de caridad cuidando tú trasero virgen -

- Deja de decir eso -

Enarco una ceja - Trasero virgen ?, pero si es la verdad -

- No lo digas  -

- Te avergüenza? - Sonrió en burla

- No -

- Si te avergüenza podemos solucionarlo - Le sonrió