Tres mil millones de latidos

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Salomón bajó del auto mirando a Bosco que lucía bastante serio, tocaron la puerta siendo abierta por Lucas, que se sintió un poco confundido por la presencia del otro Alfa.

- No te puede dejar solo ni un segundo? -

- Necesitamos hablar - Comentó ignorando la pregunta

Bosco entró a la casa seguido de Salomón que admiraba un poco los objetos que se encontraban alrededor.

- Voy a revisar tus bolsillos cuándo se vayan - Su tono de voz era bastante despectivo.

Frunció el ceño - No hay necesidad, son cosas demasiado simples, en la casa de mi hermano Pff, ahí si hay muchas cosas muy valiosas pero bueno todo es culpa de éste muchachón que lo consiente demasiado - Palmeo fuertemente la espalda de Bosco.

Lucas lo miró furioso y se tuvo que morder la lengua para no decir todo lo que venía a su mente respecto a ese Omega debido a que lo que menos necesitaba era que Bosco se enojará con él.

Llegaron a la sala y cada uno tomó asiento.

- Llegaste demasiado pronto pero es mejor antes que nunca - Suspiró - Tengo programado la cita para el aborto dentro de 3 días, si no es demasiado pedir me gustaría que me acompañes, Si es que te sueltan la correa -

- Lo dudo - Murmuró Salomón

- Lu, mira - Suspiró - No puedo hacerlo -

- Sólo será un procedimiento rápido o espero que sea rápido.. me quedaré en un hotel durante mi convalecencia, sabes que no tengo amigos y aunque es algo que quiero hacer aún así tengo miedo, solo está vez y jamás te molestaré -

- Si, claro - Salomón rodó los ojos mientras se cruzaba de brazos no creyendo ni una sola palabra de su falsa inocencia.

- No me estoy explicando, me refiero a que no voy hablar con tus padres -

- Por qué ? - Se puso de pie furioso - Me lo prometiste, me dijiste que si hacíamos la prueba de ADN me ayudarías -

- Sé lo que te dije y no me siento orgulloso de hacer ésto porque te apreció, aún te veo cómo un amigo pero no puedo ponerte por encima de la estabilidad física y emocional de mi Omega o de mi hija -

Parpadeó soltando lágrimas - Claro que no te importo ni siquiera una puta miseria, solo me usaste hasta que te cansaste, si verdaderamente fueras mi amigo me ayudarías, yo te cuidé, Limpie tus heridas, le robe a mis padres por ti y no puedes hacer ésto por mí? -

- Claro que recuerdo todo lo que has hecho por mí y por esa razón estoy aquí diciéndote las cosas de frente porqué si fuera tan mierda, te hubiera enviado un simple mensaje -

Resopló - Porque venir a decírmelo en mi cara hace una gran diferencia - Limpio sus lágrimas - Eres igual a todos, solo te aprovechaste del cariño que te tenía y cómo ahora estás jugando a la casita.. me dejas fuera -

- Lu, realmente me hubiera gustado que las cosas fueran diferente, Que tú y Pedro Pablo fueran amigos - Lo miró de forma suave - Te quiero ayudar pero no de la manera en que me pides -

- Eso jamás iba a pasar - Salomón comentó mirando a ambos - Y una mentada de madre le molestaría menos que la gran estupidez que acabas de decir -

- Salomón, no estás ayudando - Gruñó Bosco.

Lucas se marchó de la sala furioso perdiéndose en los pasillos.

- Ya se acabó ?, solo va hacer el berrinche de encerrarse en su habitación? - Salomón se puso de pie estirando su cuerpo - Pensé que sería más intenso, incluso traje un bat -