67

153 20 3
                                    

Bosco estacionó la camioneta afuera de la casa de los Roble, Tocó la puerta y Mireya lo miró completamente sorprendida y un poco asustada.

- Está bien Pedro Pablo? -

- Eso dependerá de su definición de bien, Puedo pasar ? -

Suspiró - Si -

Al entrar, en el comedor se encontraba, Lucas, Salomón y Lupita. Tomó una silla y se sentó quedando frente a ellos que lo miraban desconcertados, Mireya lentamente tomó su lugar en la mesa.

- Somos adultos y es hora de que nos sentemos hablar y nos comportemos como tal - Miró a cada uno - Quiero que me digan en mi cara toda la mierda que necesiten decirme para que jamás vuelvan a molestar a mi Omega, así que los escuchó -

Ninguno de los presentes fue capaz de hablar o decir una palabra, solo se miraban entre ellos bastante sorprendidos.

- Ninguno quiere decir nada ? - Saco su vape y empezó a fumar frente a ellos de manera descarada.

- No sé fuma en esta casa - Comentó Lupita

- Y tampoco hay respeto - Expulso el humo en su dirección

Salomón golpeó la mesa - Quien te crees que eres para llegar así ? -

- Muy bien, vamos hablar - Comentó Mireya - Siéntate Salomón, Lucas por favor vete es un asunto familiar -

Hizo una mueca sin embargo no fue capaz de decir nada sólo se puso de pie y se fue simulando ir a la habitación de Salomón.

- Quiero saber cuál es el problema, porque están tomando una actitud tan de mierda con Pedro Pablo -

- Nosotros no tenemos ningún problema con Pedro Pablo, es mi nieto y lo amamos, el problema eres tú-

- Porque ? - Cuestionó de manera firme sin ningún tipo de titubeó y sin apartar la mirada

- Lo embarazarte, te parece poco - Gruño Salomón

- Me estoy haciendo responsable de ambos, No salí huyendo entonces no entiendo cuál es problema? que es lo que les molesta? -

- Le arruinaste la vida - Mireya dijo con cierto recelo

- De que manera ?, No puede decir que es por los estudios porqué les recuerdo que está estudiando la universidad y si él quisiera podría omitir ese paso y no tener la necesidad de sentarse en la computadora todos los días para hacer sus tareas, si quisiera podría sólo sentarse a gastar dinero -

- Dinero de tú papá - Salomón lo miró detenidamente

- Dinero de mi papá, dinero de mi Yaya, del fideicomiso de mi madre, dinero de mi abuelo, dinero propio.. que más da de dónde viene, eso no disminuye mi capacidad de cuidar de él, o sí? - Levantó una ceja mirándolo desafiante.

- Eres un imbécil arrogante -

- Eso no lo voy a discutir, ahora me puedes responder la pregunta? - Expulso el humo

Salomón desvío la mirada tragándose su orgullo porque realmente no tenía nada que decir ante eso.

- Alguien quiere decir algo más? -

- Que haces aquí realmente? - Preguntó Lupita

- Quiero pensar que a los cuatro nos importa mucho Pedro Pablo y que todos en está mesa queremos que esté bien, no solo físicamente también de manera emocional pero eso no está sucediendo porque al parecer a ninguno le agrado y ojalá solo fuera eso .. el problema es que en lugar de decirme las cosas a mí, se las dicen a él, lo agobian con sus comentarios hasta ponerlo en una posición comprometedora e incómoda y quizás mi mala fama sea la causante de eso pero son cosas que hice en mi pasado y lamentablemente no puedo cambiarlo, de una vez les digo que el sentimiento es mutuo, ustedes tampoco me agradan y no es por su pasado, es por las actitudes que están teniendo en el presente, Son su familia y a él le importan, ayer salió llorando de aquí y es algo que me molestó, como les dije, si quieren tirar mierda díganme las cosas a mí y dejen de decírselo a mi Omega - Hizo una breve pausa - Ayer parecia que todo mundo quería opinar, hablar y hoy que estoy aquí .. están tan callados, es tan raro .. Soy el blanco de su enojo pero no los escuchó tirar mierda -

Tres mil millones de latidos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora