Deckard Shaw lleva una vida aparentemente tranquila junto a su esposa, la encantadora y enigmática Camila Harrison. Sin embargo, la serenidad de su matrimonio se ve interrumpida cuando Camila recibe una oferta irresistible para regresar a su antiguo...
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—Tej, háblame. ¿Qué tienes?— Camila se acercó al grupo para observa la pantalla de posibles ubicaciones de Owen Shaw.
—Logramos rastrear a Shaw después de que se fue, pero es muy hábil.— contó— No pudimos seguirlo más lejos, conoce los puntos ciegos perfectamente. — una ubicación se mostró en la pantalla— Lo perdimos por acá, podría estar a un radio de 800 metros, tal vez si revisamos sus registros telefónicos, alquileres.
—No.—declaró la compañera de Shaw— Se que Shaw debe estar por ahí, tiene puntos de escapes, varias salidas, subterráneos, autopistas y drenaje.
—Ruda y con cerebro.— Camila miró a Hobbs— Mujer sigue así y me quedaré sin trabajo. Ahora, hay que atrapar a ese estúpido.
Hobbs y la mujer se alejaron de ellos para ir por Shaw.
Camila sabía que Owen no estaría ahí, alguien debió haberle informado y debió cambiar de ubicación o estaba detrás de algo.
—¿Crees que lo atrapen?— Camila observaba a la compañera de Hobbs seriamente— ¿No te agrada?
—No me causa confianza.— respondió cruzada de brazos— Algo en ella no me termina de convencer.— soltó un suspiro— Y no creo que Owen Shaw esté ahí.
—¿Por qué?
—Porque sería muy fácil.— Tej asintió entendiendo— Solo espero que encuentren alguna pista. Iré a ver el motor de mi auto, necesito potencia.
Camila comenzó a caminar— Deberías confiar más esa mujer, está de nuestro lado.
—Ya te lo dije, algo me dice que no es fiar.
Camila se entretuvo mucho tiempo revisando su auto, se sumergió en la parte de abajo para revisar que todo estuviera en orden.
Camila frunció el ceño al ver que sus frenos habían sido cortados, la mujer salió de abajo y miró a todos a su alrededor.
Ninguno de ellos pudo haber sido, mucho menos Hobbs, de ellos dependía el poder capturar a Owen Shaw.
Así que la única que la hacía dudar era la compañera de Hobbs, solo esperaba estar equivocado y que esto solo fuera una pésima broma, por esa razón decidió no decir nada y volver abajo del auto.
Tenía que arreglar aquello lo más rápido posible, pero antes necesitaba saber información sobre ella.
Decidió llamar a su médico ex cuñada, con la cual no había charlado y esperaba que aún no estuviera enterada del rompimiento.
—Que sorpresa, Cam.—la morena sonrió— ¿A qué se debe esta llamada?
