Deckard Shaw lleva una vida aparentemente tranquila junto a su esposa, la encantadora y enigmática Camila Harrison. Sin embargo, la serenidad de su matrimonio se ve interrumpida cuando Camila recibe una oferta irresistible para regresar a su antiguo...
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Don Nadie le había informado que Hobbs había accedido al trato, pero un detalle que omitió es que en esta misión reaparecería su antiguo amor.
Camila no tenía ni la menor idea de ello, simplemente caminaba por los pasillos del gran edificio que le pertenecía a Don Nadie siguiendo a un hombre armado el cual era encargado de llevarla a la sala de reuniones.
Camila estaba tranquila, para ella sería como una misión cualquiera con la excepción de que había que averiguar el porqué Dom se cambió de bando.
La morena estaba algo diferente, su cabello castaño y con rulos ahora era rubio y lacio, la morena había perdido una chispa en su mirada, esa chispa que la hacía ver con vida había desaparecido y solo aparecía un poco de ella con sus hijas, pero nunca con Hobbs.
Camila ya no era tan feliz como hace cinco años, de hecho ya había perdido la cuenta de cuantos años habían pasado desde que dejó para siempre al amor de su vida.
—Señor, la última integrante.—el hombre tapaba completamente la figura de la mujer por lo que nadie la veía.
—Déjala pasar.—le ordenó Don Nadie y el hombre se hizo a un lado— Con ustedes, su última integrante.
Camila sonrió— Tanto tiempo, familia.
Todos se colocaron de pie para abrazar a la morena, todos estaban felices de volverla a ver. No había pasado mucho tiempo, pero era bueno saber que había re hecho su vida y que estaba con bien.
—Ya que se dieron la bienvenida déjenme presentarles a ciber terrorista Cipher.—Camila reconocía a la mujer, era quien intentó secuestrar a Emma en el parque.
—No. Cipher es una organización, no una persona.—corrigieron.
—No. Según nuestras fuentes.—habló el ayudante de Don Nadie.— Y lo más interesante es que nunca deja rastro, cada determinado segundo número de segundos borra sus datos de la web.
—¿Qué tiene que ver con nosotros?—habló Letty harta de estar en aquel lugar.
—Es que ella ahora está trabajando con él.—mostró la fotografía de Dom en la pantalla.
Todos se paralizaron al ver aquello. No lo creían.
—Ya puso en sus manos un arma de pulsos electromagnéticos funcional.—habló— Si detonan eso, cualquier ciudad del mundo será zona de guerra.
—Interesante.—todos miraron a la morena.
—¿Qué quieres decir con eso, Camila?—la miró Don Nadie esperando una respuesta.
—Esa mujer intentó secuestrar a Emma, fue hace una semana, estábamos en el parque e intentó aprovechar cuando yo estaba comprando unos jugos.—contó— ¿Cuál fue su error en ello?—soltó una risa— Que yo estuviera con Emma.
