EPÍLOGO

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Era hora de volver a México ya que mis vacaciones iban a terminar pronto, tenía el vuelo y las maletas listas para partir mañana, Blas me iba a acompañar al aeropuerto. Me costó bastante conciliar el sueño, me quede pensando y recapitulando todo lo que viví en España y lo que pasó durante este tiempo en Argentina, había sido una locura.

Sonó la alarma a las 4 de la mañana, apenas había pegado el ojo y ya tenía que alistarme para irme, me puse algo cómodo y salí para poder preparar algo para desayunar y aguantar el vuelo.

-No quiero que te vayas.- escuche la voz de Blas entrar a la cocina.

-Creeme, yo tampoco quiero irme.-

-Ya mejor no estudies, yo te mantengo.- dijo bromeando.

-Ay que buena idea.-conteste soltando una risa.

-Pues bueno, desayunamos y nos vamos.-

Cocinamos algo rápido, comimos apresurados y salimos con mis maletas rumbo al auto, llegamos al estacionamiento y subimos las cosas, puso el carro en marcha y tomamos camino al aeropuerto.

Cuando llegamos hice check in y nos dirigimos a la sala de espera, dónde Blas y yo nos tuvimos que despedir porque solo dejaban pasar a las personas que tuviera boleto.

-Te voy a extrañar mucho.- dijo Blas.

-Yo también, ya sabes cuando quieras ir eres bienvenido.-

-Tratare de ir pronto.-

-Me parece bien.-

En ese momento nos abrazamos por un largo tiempo, no sabíamos cuando nos íbamos a volver a ver.

Blas se fue y tuve que esperar unas dos horas para abordar, el viaje iba a ser largo, el avión estaba listo y me subí a tomar el asiento, rogando que no se sentarán más personas a mi lado, era un viaje entre semana así que supongo que no iba a estar llenisimo.

Tardó un poco más en despegar, afortunadamente no se sentó nadie más y me pude recorrer al lado de la ventana, me puse mis audífonos y decidí dormirme hasta cansarme de dormir.

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Pasó al rededor de dos meses desde mi regreso a México, tenía contacto diario con Blas, se había acostumbrado bastante a mi presencia, con los demás de vez en cuando hablaba pero no muy regular.

Ese día salí un poco más tarde de la escuela, entonces tarde en llegar a mi casa, cuando estaba buscando las llaves vi a alguien sentado fuera de la entrada, me parecía conocido, me puse mis lentes para enfocar y ver quien era...

-Chris.- Felipe era él que estaba esperando.

-¿Qué haces aquí?-

-Vine a verte.-

-¿Cómo supiste dónde vivo?-

-Juani me dijo, no lo culpes a él, a quien tienes que culpar es a mi y es muy válido, la he cagado muchas veces pero no me quiero rendirme con voz.-

-No te rendiste tal vez, pero si perdiste desde el día que no tuviste la confianza de decirme que estabas con alguien más.-

-Chris, si tan solo pusieras escucharme.-

-Ya me lo haz dicho todo.-

-Bueno, quiero que me escuches de verdad, tal vez esto no solucione completamente todo, y se que no va a volver a ser como antes pero dejame continuar que continuemos bien.- lo que había hecho fue terrible y obvio no iba a perdonar que me engaño durante toda nuestra relación pero lo veía arrepentido y escucharlo no me iba a quitar nada.

-Te escucho.-

-Cuando te conocí no fuiste mi persona favorita y fui un idiota por haber sido grosero en un principio, pero no pude evitar sentir atracción por vos, que después se convirtió en amor, y no fue la mejor manera de llevar nuestra relación porque no fui honesto pero no quisiera perder a la mejor persona que he conocido en mi vida.- su discurso me dejó sin palabras, no sabía que contestarle, me quede un rato callada y lo noto.-No me tienes que dar una respuesta, sabes que si necesitas algo siempre me vas a tener y espero que podamos recuperar la confianza, tal vez no para ser novios pero estoy seguro que podemos ser amigos.-

-Esta bien Pipe, podemos ser amigos.-

Se acerco para darme un abrazo, hace tanto no sentía su olor tan cerca de mi, su calor, su contacto... Después de un rato el abrazo se termino, nos despedimos con un hasta pronto y se fue por él lado contrario de la banqueta.

Y ahí supe que nuestra historia había terminado.

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Bueno girls, hasta aquí mi reporte, no supe que otro final darles espero mi elección haya sido la correcta, fue un gusto escribir, espero les haya gustado, gracias por leer.

Suerte (Pipe Otaño) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora