Prologo: De Kingston Upon Thames a Washington, D.C.

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Día 1. Washington, D.C. Aeropuerto Internacional Washington-Dulles.

El zumbido de las turbinas se desvaneció cuando el avión tocó tierra en Washington, D.C. Después de trece años, estaba de vuelta en suelo americano. Mi corazón latía con una mezcla de emoción y ansiedad mientras seguía a los demás pasajeros hacia la terminal.

Ya sé, ya sé, ustedes dirán: "Otra historia de una pobre niña, que una millonaria pervertida le cambió la vida", suena como un best seller y seguramente sea la premisa de la siguiente que leerán; porque esta definitivamente no es esa historia. 

El aeropuerto estaba lleno de caras desconocidas, pero yo no era una turista cualquiera. No, mi vida no es tan interesante como para pertenecer a la realeza, pero mi padre es un hombre muy importante del país donde nací, tanto que desde que tiene su actual cargo no había podido pisar suelo americano. 

Recogí mi equipaje en la zona de reclamo de maletas, sintiendo el peso de los años y las preguntas que tienen años sin respuesta. Las luces brillantes del aeropuerto parecían interrogarme, como si supieran que mi regreso no era solo un reencuentro familiar, sino el inicio de mi destino.

El aire de Washington olía a oportunidad y misterio. Harvard me esperaba con sus aulas imponentes y sus promesas de conocimiento. Pero mi mente no estaba solo en los libros, quería descubrir mi país, mucho más allá de toda la política que había aprendido de él durante los últimos meses que estuve preparándome para ser la niña perfecta.

Así comenzó mi viaje. Sí, también soy de esas personas que Estados Unidos le cambio la vida, podría decirse que: Tengo mi propio sueño americano. ¿Sonará trillado? Tal vez, pero este sueño en realidad nunca fue mío.

Hola, todo debe comenzar siempre con uno de esos, soy Avril Spinster, la damisela en peligro que se convertirá en arquitecta de su propio destino o podría decirse política, para estar más a tono, lo que no sabía ese día que volví es que estaba a punto de desvelar los secretos de poder que cambiarían mi vida para siempre.

«El hombre es, por naturaleza, un animal político.»

Aristóteles

Hola, gente bonita del internet. Tal parece que volví.

Tengo esta historia desde hace casi un año dando vueltas en mi laptop y creo que llegó el momento de sacarla a la luz, mientras reajusto un par de cosas de Obsesión que siguen sin tener sentido en mi cabeza.

Esta historia está en el mundo de obsesión y claramente tendrá un papel importante en lo que viene, pero es una historia completamente aparte, con nuevos personajes que espero que lleguen a amar tanto como yo lo estoy haciendo.

Espero que me apoyen con esta historia, si les gusta la idea, será una mayor motivación para mí.

Ysymal 🚀 

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