13 : ¡NO!

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By Bill.


















Tan pronto como salí de mi casa, Tom, tomó mi mano, llevando estas hasta su rostro y con un leve inclinación, besó el dorso de ella, dejando una sensación de cosquilleo por el suave suspiro que dió.

—Estas... Divino.

—A tus ojos... No estoy conforme con mi apariencia.

Tomó de mi cintura con su brazo, pegando mi cuerpo al suyo para dar un beso en mis labios.

—Estas divino. A mis ojos y a los de el mundo entero.

Sonreí, conforme con sus palabras y con un subidón de autoestima increíble.

Me dirigió de la mano hasta el auto. Abrió mi puerta y cuando subí, cerró la puerta antes abierta.




















CINCO MINUTOS MÁS TARDE.

—Es en este lugar.

Me sorprendió tanto el ver el establecimiento.

Una vez, cuando yo tenía quince años, mie hermano, George, me trajo a este lugar... El restaurante era nuevo... Y yo era un niño al que le encantaban los lugares lujosos.

—¿en serio?. —asienta. Baja de su auto, rodeando el mismo para poder abrirme la puerta y tomar mi mano. —Cuando estaba más chico... Mi hermano me trajo a este lugar... No imaginas lo importante que es este establecimiento.

—pues... Creo que un momento especial, amerita de un lugar especial.

Caminamos de la mano, adentrándonos al lugar.

—¿momento especial? ¿Cual es la ocasión?.

Me sonríe abiertamente, dando lugar en sus ojos a un brillo precioso.

—ya lo verás, lindo.

Mientras él da los datos para la reservación, yo me tomo el tiempo de mirar el lugar... Había cambiado tanto.

El lugar es precioso, con ese perfecto toque parisino que tanto me gustaba.

—siganme por aquí, por favor.

Seguimos al mesero de piel tan pálida como la mía.

Realmente era un hombre guapo, con unos perfectos ojos café rojizos.

Joder. La homosexualidad me estaba consumiendo.

—aquí, pasen y tomen asiento. En un momento les atendemos.

El lugar era privado, con una circular mesa y dos sillas de madera.

Tom, se posicionó detrás mío, ayudando a quitar mi largo camisón de tela translúcida, dando un suave beso en mi hombro derecho.

—eres... realmente, exquisito.

Hoy me sentía realmente Gay.

Primero que nada, Sashel me logró convencer en utilizar esta ropa descubierta... Sentía realmente incómodo el pequeño short de cuero, ajustado a mis glúteos, ¡dejando la piel de mis piernas expuesta!, después, me encuentro teniendo una cita, y como cereza del pastel, me encanta sentirme como una delicada fémina, pidiendo un poco de atención por parte del macho alfa que me acompaña.

—Toma asiento, Bi.

Recorre la silla para mí, en un gesto de caballerosidad.

—¿por que tanto misterio? Tom.

El 𝗔𝗠𝗜𝗚𝗢 De Papá. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora