♾️ Capítulo 1 ♾️

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—. Nueva Jersey. Montville, Condado de Morris. Presente.


—¡Siriannaaaaaa...! —gritó Brynjar con fuerza. 


El joven despertó sobresaltado con el corazón latiendo muy deprisa en su pecho, estaba empapado en un sudor frío. Miró a todos lados sintiéndose desorientado, hasta que vió a su amigo Axel entrar a la habitación con la cara desencajada por el susto que de seguro le había provocado su grito.


—¡Calma! ¡Tranquilo! Trata de respirar —le decía Axel preocupado al ver su semblante pálido y frío —, eso, así lentamente, ¿otra vez la pesadilla? —preguntó mientras se sentaba a su lado y le entregaba un vaso con agua que estaba en la mesita junto a la cama.


—Sí, de nuevo. Pero esta vez... llegué a rozarla con mis dedos —explicó Brynjar con angustia mientras sujetaba el vaso que le ofrecía su amigo.


—Eso es bueno. ¿Sabes lo que significa?


—Sí, que estamos cerca. Pero necesitamos a la bruja. Sabes que no puedo reconocerla a simple vista, su alma se ha fragmentado con el paso del tiempo. ¡Ya no me queda tiempo, Axel! ¡Tengo que encontrarla o la perderé para siempre! —exclamó con desesperación levantándose de la cama y, comenzó a caminar de un lado a otro en la habitación. 


—Lo sé, pero Markkus se ha encargado de eliminar el linaje de la bruja Kestya y la última que encontramos era solo una bebé —respondió Axel parándose frente a él para recordarle los hechos.


—Necesito que regreses a Nueva Orleans —pidió Brynjar suplicante colocando las manos en sus hombros—. Ahora que estoy tan cerca, no puedo alejarme, yo seguiré buscando por esta zona. No debe estar lejos.


—Está bien, lo haré. Prepararé mis maletas ahora mismo —respondió Axel asintiendo—. ¿Estarás bien solo? Últimamente... Has estado muy débil —añadió, preocupado.


—Tranquilo, estaré bien —exhaló Brynjar con un gesto contraído, su cabeza palpitaba fuertemente y su corazón aún latía demasiado rápido, pero trató de disimularlo—. No me queda mucho tiempo. Debemos encontrar a esa bruja, pronto. Así que ve, mi buen amigo, y gracias.


—No tienes que agradecerme. Sabes que te quiero como a un hermano.


—Lo sé y agradezco todo lo que has sacrificado por mí. ¡Gracias, Axel! —contestó con sinceridad. Luego de una pausa lo miró muy serio y dijo—. ¿Necesitas que te dé un abrazo y un beso antes de irte? —añadió en broma para calmar los ánimos, al ver la cara que puso Axel ante aquel comentario inoportuno no pudo contener la risa. 


—¡Eres un idiota, Brynjar! Me largo...


Axel salió dando un azote a la puerta, mientras caminaba por el pasillo, aún podía escuchar la risa de Brynjar. Al menos hoy, su amigo estaba de buen humor y con mejor semblante. Los últimos meses habían sido duros, con Brynjar cada vez más débil, Axel llegó a pensar en más de una ocasión que perdería a su amigo, a su hermano.

Almas Gemelas: El Despertar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora