Vacations

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Perspectiva de Wednesday

Había estado planeando esto durante semanas. Sabía cuánto significaba para Enid y quería hacer algo especial para ella, algo que borrara los malos recuerdos y los reemplazara con momentos de felicidad. Había logrado mantener el secreto, y hoy finalmente iba a revelárselo.

—Enid, tengo una sorpresa para ti —dije, mi voz temblando ligeramente por la emoción y los nervios.

Ella me miró con curiosidad, sus ojos brillando de anticipación. —¿De qué se trata, Wednesday? ¿Qué has estado planeando?

Tomé su mano y la conduje fuera de la mansión hasta el jardín, donde había preparado todo. En el centro, había una caja de regalo grande y colorida. La miré a los ojos y sonreí. —Ábrela.

Enid se inclinó, con sus manos temblorosas de emoción, y comenzó a desatar el lazo. Cuando levantó la tapa, sus ojos se abrieron de par en par y una lágrima solitaria rodó por su mejilla.

—¡Wednesday! ¡Es... es lo que siempre he querido! —dijo, su voz entrecortada por la emoción. Dentro de la caja, había un folleto de vacaciones al lugar que siempre había soñado visitar: una paradisíaca isla tropical, algo que Ajax había intentado darle pero que se arruinó casi inmediatamente después.

La abracé con fuerza, sintiendo su emoción y alegría irradiar de su cuerpo. —Quería que tuvieras algo especial, algo que siempre has deseado. Vamos a ir juntas, Enid. Nada ni nadie podrá arruinar esto para ti esta vez.

Ella lloró de felicidad en mis brazos. —Tenía tantas ganas de ir... especialmente después de que Ajax me lo prometió y nunca pudimos ir. Esto es increíble, Wednesday. Te amo tanto.

Perspectiva de Enid

El día que Wednesday me dio esa sorpresa fue uno de los más felices de mi vida. Había soñado con esas vacaciones durante tanto tiempo, y la decepción que sentí cuando Ajax arruinó el plan aún pesaba en mi corazón. Pero ahora, Wednesday estaba aquí, dándome una nueva oportunidad para vivir ese sueño.

—Wednesday, esto es más de lo que podría haber pedido. ¡Te amo tanto! —le dije, abrazándola con todas mis fuerzas.

Ella sonrió y me acarició el cabello. —Te amo, Enid. Quiero hacer todo lo posible para que seas feliz.

Pasamos los siguientes días planeando nuestro viaje, emocionadas por la aventura que nos esperaba. Finalmente, las vacaciones de verano llegaron y nos embarcamos en el viaje de nuestras vidas. La isla era incluso más hermosa de lo que había imaginado. Cada día era una nueva oportunidad para explorar, relajarnos y disfrutar de nuestra compañía.

—Esto es perfecto, Wednesday —le dije un día mientras caminábamos por la playa al atardecer, nuestras manos entrelazadas.

—Lo es, Enid. Cada momento contigo es perfecto —respondió, sus ojos oscuros reflejando el brillo del sol poniente.

Nuestra conexión creció más profunda con cada día que pasaba. Pasábamos horas nadando en las aguas cristalinas, explorando los mercados locales y simplemente disfrutando de la compañía de la otra. Cada beso era una promesa de amor eterno, y cada caricia encendía una chispa de deseo.

Perspectiva de Wednesday

Cada día en la isla con Enid era una bendición. Podía ver la alegría en sus ojos y sentir su felicidad en cada toque. Nos entregamos completamente al momento, olvidando todas las preocupaciones y problemas que habíamos enfrentado.

Una noche, después de un día particularmente hermoso, nos encontramos en nuestra habitación de hotel, mirándonos a los ojos con una intensidad que decía todo sin necesidad de palabras.

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