Wednesday's Birthday

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El día estaba soleado, algo que simplemente detesto. Cuando escuché golpes leves en mi puerta, la abrí y allí estaba Tyler.

—Oh, hola Tyler. ¡Qué sorpresa! —dije mientras mis dedos enredaban mi cabello.

Tyler no dudó ni un segundo y se abalanzó hacia mí para darme un abrazo. Aunque no fue de mi agrado, lo correspondí.

—Hola, Wedns. ¡Feliz cumpleaños! —dijo entusiasmado.

—Gracias, Tyler. Eres el primero que me saluda. —Tyler entró a mi casa con una caja en las manos; aparentaba ser un pastel. Efectivamente, lo era.

—Oh, gracias de verdad, Tyler. Es mi favorito. —Dije con una sonrisa en mi cara, mostrándome agradecida. No soy fan de los pasteles, de hecho, los detesto. Pero ese, ese pastel es el mejor que he probado en toda mi vida. Era suave y dulce, pero a la vez contenía chocolate amargo, por lo que apagaba casi por completo el dulzor de este.

Tyler me devolvió el gesto de agradecimiento y fue hacia mi heladera para cocinar algo rápido para desayunar.

—¿Por qué tanto apuro, Tyler? —Dije mientras comía pastel y me relamía los dedos.

—Wedns, es que quería darte una sorpresa. Lo único que puedo decirte es que nos iremos a almorzar con mi amigo y su novia, creo que ella quiere conocerte, Ya que siempre hablo de ti con ellos. Luego te daré algo sumamente especial.

—Vaya, ¿un almuerzo? Me parece bien. Mientras cocinas, iré a arreglarme. Ya vuelvo. —Dije con una sonrisa. Traté de verme lo más normal posible; las sorpresas me ponían muy nerviosa. No podía imaginar qué me daría Tyler.

Fui hasta mi habitación y me vestí. Me puse unos zapatos negros con plataforma, un pantalón bastante ajustado, una camisa blanca con una corbata negra, todo pegado al cuerpo. Luego me puse un blazer negro y me hice una coleta alta con el cabello. Bajé las escaleras y, apenas puse un pie en ellas, Tyler me miró sorprendido. Podía notar la expresión en su rostro: una mezcla de felicidad y emoción.

—Wedns, estás... increíble —dijo riendo sutilmente. Luego me tomó de la cintura y apreció mucho más de cerca mi atuendo.

—Gracias, Tyler —dije, un poco avergonzada.

Tyler sostuvo una de mis manos y me arrastró hacia la mesa. Me senté en la silla y luego tomó el plato de comida que él mismo me había preparado. Me lo sirvió y apoyó el plato frente a mí.

—Espero que te guste, no soy muy bueno cocinando —dijo con una expresión tímida mientras se rascaba la nuca.

Me reí suavemente y analicé el plato de comida. Era huevo revuelto con una tostada, tocino y aguacate. Un típico desayuno nutritivo pero delicioso. Probé un poco de la tostada mientras lo miraba a Tyler.

—¿Y bien? —dijo, esperando una respuesta de mi parte.

—Me encanta, Tyler. Esto está increíble —dije mientras seguía comiendo. De verdad me sentía sumamente agradecida por todo lo que me había dado Tyler. Sin embargo, de la nada, Tyler interrumpió mis pensamientos.

—¡No! Ya es tarde, mierda —dijo un poco asustado.

—¿Tarde para qué, Tyler? —pregunté mientras terminaba mi tostada.

—Nada, Wednesday. Te recojo aquí a las 13:30 para el almuerzo. Oh, y espero que te lleves bien con la novia de mi amigo; me dijo que ella es súper sociable. Adiós —se despidió con un suave beso en mi frente.

Vaya, este chico es un tanto raro... ¿Qué será tan importante, más que el cumpleaños de su amiga?

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