No me Mires

Under the moonlight

Después de que Enid me perdonó, las semanas que siguieron fueron de pura felicidad. Habíamos recuperado la conexión que casi habíamos perdido, y cada día era una nueva oportunidad para demostrarle cuánto la amaba y cuánto significaba para mí. Las sonrisas y las risas volvieron a ser frecuentes, y el peso de la culpa comenzó a desvanecerse, reemplazado por una profunda gratitud y un amor renovado.

Nos volvimos inseparables, disfrutando cada momento juntas. Organizábamos salidas, pasábamos tiempo estudiando y conversando en nuestro lugar secreto en el bosque, y nos perdíamos en largas caminatas por el campus. Sentía que todo finalmente estaba en su lugar, que nuestra relación estaba más fuerte que nunca.

Sin embargo, un día, algo inesperado y devastador sucedió. Estábamos en mi dormitorio, descansando después de un día largo. Enid estaba tumbada en mi cama, leyendo un libro, mientras yo organizaba mis apuntes. De repente, el celular de Enid comenzó a sonar. Ella miró la pantalla y su expresión cambió drásticamente. Era su madre.

Enid respondió, y su cara se volvió pálida en cuestión de segundos. Pude escuchar vagamente la voz aguda y airada de su madre al otro lado de la línea, pero no podía distinguir las palabras exactas. Enid solo murmuraba respuestas breves, con los ojos llenos de terror.

Cuando finalmente colgó, se quedó en silencio, su rostro blanco como una hoja. Me acerqué rápidamente, preocupada. "¿Qué pasó, Enid? ¿Qué te dijeron?"

Ella me miró, sus ojos brillantes de lágrimas. "Ajax les dijo a mis padres sobre nosotras," susurró. "Les contó que estamos en una relación."

El impacto de sus palabras me dejó helada. Sabía que los padres de Enid eran extremadamente conservadores y homofóbicos. Habíamos hablado sobre ellos en varias ocasiones, y siempre me había preocupado su reacción si alguna vez descubrían la verdad. Pero nunca imaginé que Ajax llegaría a tal extremo.

"¿Qué dijeron?" pregunté, aunque temía la respuesta.

Enid tragó saliva, su voz temblando. "Están furiosos. Me han dicho que debo regresar a casa inmediatamente, que esto es inaceptable y vergonzoso. No quieren que tenga ningún contacto contigo. Me han amenazado con cortar todo mi apoyo financiero si no obedezco."

Sentí una ola de ira y desesperación mezclada. La venganza de Ajax había llegado en el momento en que menos lo esperábamos, y sus acciones tenían el potencial de destruir todo lo que habíamos construido. "Enid, no pueden hacerte esto. No pueden controlar tu vida de esa manera."

Ella asintió, pero sus lágrimas comenzaron a caer. "No sé qué hacer, Wednesday. No quiero perderte, pero tampoco quiero perder a mi familia. Me siento atrapada."

La abracé con fuerza, sintiendo su cuerpo temblar contra el mío. "Vamos a encontrar una solución," le dije, tratando de infundirle fuerza. "No dejaremos que Ajax o tus padres nos separen. Esto es solo un obstáculo, y lo superaremos juntas."

Pasamos esa noche en vela, hablando y llorando, buscando respuestas y soluciones. Decidimos que lo mejor sería enfrentar la situación de frente. Enid hablaría con sus padres en persona, tratando de hacerles entender que nuestro amor era verdadero y que nada cambiaría eso.

El viaje a casa de Enid fue tenso y cargado de ansiedad. La acompañé, aunque sabía que no sería bienvenida. Me quedé en un café cercano mientras ella se enfrentaba a su familia. Cada minuto que pasaba parecía una eternidad, mi mente llena de escenarios posibles, desde reconciliaciones hasta enfrentamientos dolorosos.

Cuando finalmente regresó, su rostro mostraba el desgaste emocional del enfrentamiento. "No fue fácil," me dijo, su voz apenas audible. "Están enojados y decepcionados. Dijeron cosas horribles, pero también escucharon. Les dije que te amo y que no pienso renunciar a nuestra relación. Dijeron que necesitan tiempo para procesarlo."

La abracé con fuerza, sintiendo una mezcla de alivio y preocupación. Sabía que aún no estábamos fuera de peligro, pero el hecho de que sus padres estuvieran dispuestos a escuchar era un pequeño rayo de esperanza.

En los días que siguieron, las cosas fueron difíciles. Los padres de Enid mantuvieron su distancia, y la incertidumbre sobre su futuro financiero y académico pesaba sobre nosotras. Pero a pesar de todo, nos manteníamos juntas, apoyándonos mutuamente en cada paso del camino.

Enid continuó enfrentando a su familia, y con el tiempo, algunas barreras comenzaron a derrumbarse. Sus padres aún no aceptaban completamente nuestra relación, pero comenzaron a entender que su amor por su hija era más fuerte que sus prejuicios. Lentamente, comenzamos a ver un atisbo de aceptación.

La venganza de Ajax había causado un gran dolor, pero también nos había fortalecido. Nos demostró que, sin importar los obstáculos, nuestro amor era lo suficientemente fuerte para enfrentarlos. Y mientras nos abrazábamos bajo la luz de la luna, supe que, a pesar de todo, habíamos encontrado la manera de seguir adelante juntas.

Nota del Autor:

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