Perspectiva de Enid:
Sentí unos cálidos brazos recorrer mi cuerpo y un rayo de sol que me daba justo en la cara. Otra mañana con Wednesday. Era hermoso despertarme y verla ahí, abrazándome. Sentía una conexión profunda, una inexplicable. De repente, sentí mi celular vibrar y sonar sin parar. Aún un poco adormecida, lo tomé y Wednesday se despertó por el ruido. Miré la pantalla y era Ajax. Dios mío, me había olvidado un poco de él. Sin embargo, respondí la llamada.
—Hola, Enid —escuché su voz.
—¿Qué quieres? —le respondí, tratando de mantener la calma.
Con una voz de arrepentimiento y tristeza, Ajax me dijo:
—Enid, perdóname. Te amo, ¿sí? Vuelve a casa, por favor. Tengo una sorpresa especial para ti. Por favor, mírala y si no te gusta, te vas. ¿Está bien?
—Ajax, no lo sé. Lo que me hiciste fue imperdonable. Pero tal vez podamos hablar —dije, sintiendo una mezcla de confusión y curiosidad.
Wednesday se sentó y me miró un poco confundida. Me costaba mucho dejar a Wednesday, pero quería ver qué era lo que Ajax tenía para darme.
—Era Ajax, ¿cierto? —dijo, aún un poco dormida.
—Sí, Wedns. Iré a hablar con él. Tal vez quiere disculparse.
—Está bien, Enid. Te prepararé un desayuno y luego ve. Por favor, procura mandarme un mensaje si me necesitas. ¿Está bien? —dijo, un poco triste mientras se levantaba de la cama.
Asentí y me levanté también, sintiendo una mezcla de emociones. Mientras Wednesday preparaba el desayuno, no podía dejar de pensar en lo que Ajax había dicho. ¿Realmente estaba arrepentido? ¿Podría confiar en él de nuevo?
Wednesday me observaba con preocupación mientras ponía el desayuno en la mesa. Sus ojos oscuros reflejaban una mezcla de tristeza y determinación.
—Enid, solo quiero que estés segura. Si en algún momento te sientes incómoda, por favor, llámame —dijo, tomando mi mano.
—Lo haré, Wedns. Gracias por preocuparte por mí —respondí, apretando su mano con fuerza.
Desayunamos en silencio, cada una perdida en sus pensamientos. Sentía una conexión profunda con Wednesday, pero también sabía que necesitaba enfrentar a Ajax y resolver lo que había pasado.
Después de desayunar, me preparé para salir. Wednesday me acompañó hasta la puerta, su expresión era seria pero comprensiva.
—Cuídate, Enid. Y recuerda, estoy aquí para ti —dijo, abrazándome con fuerza.
—Lo sé, Wedns. Gracias por todo —respondí, sintiendo una mezcla de gratitud y tristeza.
Salí de la casa y me dirigí al lugar donde Ajax me había dicho que nos encontraríamos. Mientras caminaba, no podía dejar de pensar en Wednesday y en lo que significaba para mí. Sabía que, pase lo que pase con Ajax, siempre tendría a Wednesday a mi lado.
Llegué al lugar donde Ajax me había dicho que nos encontraríamos. Era un pequeño café en una esquina tranquila de la ciudad. Mi corazón latía con fuerza mientras me acercaba a la puerta. No sabía qué esperar, pero necesitaba respuestas. Al entrar, lo vi sentado en una mesa al fondo, con una expresión de arrepentimiento en su rostro.
—Enid, gracias por venir —dijo Ajax, levantándose para saludarme.
—Hola, Ajax. ¿Qué es lo que querías decirme? —respondí, tratando de mantener la calma.
Nos sentamos y, para mi sorpresa, Ajax sacó un sobre de su chaqueta y me lo entregó.
—Quería disculparme por todo lo que pasó. Sé que lo que hice fue imperdonable, pero quiero que sepas que estoy realmente arrepentido. Para demostrarte que hablo en serio, he comprado estos pasajes de avión para nosotros. Son para unas vacaciones en tu lugar soñado, las Maldivas —dijo, con una sonrisa esperanzada.
Abrí el sobre y vi los pasajes. No podía creerlo. Las Maldivas siempre habían sido mi sueño, un lugar paradisíaco donde siempre había querido ir. Por un momento, sentí una chispa de felicidad y esperanza.
—Ajax, esto es... increíble. No sé qué decir —dije, sintiendo una mezcla de emociones.
—Solo quiero que sepas que estoy dispuesto a hacer lo que sea para enmendar mis errores. Quiero que volvamos a estar bien, Enid —dijo, tomando mi mano.
Nos reconciliamos en ese momento, ambos sonriendo y sintiéndonos felices. Parecía que todo podría mejorar. Sin embargo, la felicidad fue efímera.
Ajax se levantó para ir al baño, dejando su celular en la mesa. Mientras esperaba, el teléfono comenzó a sonar. Miré la pantalla y vi un número desconocido. Sin pensarlo, atendí la llamada.
—¿Ajax? ¿Estás ahí? Necesitamos que vengas ahora. El jefe está impaciente y no podemos esperar más. Tenemos que mover la mercancía esta noche —dijo una voz grave y autoritaria.
Mi corazón se detuvo. No podía creer lo que estaba escuchando. Ajax, el hombre que decía amarme, era un mafioso y pertenecía a una banda de criminales. Sentí una oleada de miedo y repulsión.
Colgué rápidamente y dejé el teléfono en la mesa. Sin pensarlo dos veces, me levanté y salí corriendo del café. No podía quedarme ni un segundo más. La traición y el miedo me carcomían por dentro.
Corrí sin rumbo, las lágrimas cayendo por mi rostro. No podía creer que Ajax me hubiera engañado de esa manera. Todo lo que habíamos compartido, todas las promesas, eran mentiras. La furia y la tristeza se mezclaban en mi interior, haciéndome sentir como si estuviera a punto de explotar.
Me prometí a mí misma que jamás volvería a hablar con él. Jamás lo perdonaría por lo que había hecho. Mientras corría, solo podía pensar en llegar a casa y refugiarme en los brazos de Wednesday, la única persona en la que podía confiar.
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perspectiva de Wednesday luego de que Enid se vaya de su casa:
El sonido de la puerta cerrándose tras Enid resonó en el silencio de la habitación. Apenas habían pasado unos minutos desde que se despidieron, cuando un golpe firme en la puerta interrumpió los pensamientos de Wednesday. Al abrir, se encontró con Tyler, su expresión una mezcla de amor y determinación.
Hablaron durante un rato, sus palabras llenas de recuerdos. Tyler, con una mirada intensa, le confesó que la extrañaba y que deberían salir otra vez. Antes de que Wednesday pudiera responder, él se inclinó y la besó apasionadamente. Sus labios se encontraron, pero para Wednesday, el beso no despertó ninguna emoción. Era como si sus sentimientos estuvieran atrapados en un invierno perpetuo, incapaces de derretirse.
La confusión la invadió. ¿Por qué no sentía nada? Tyler se apartó, sus ojos buscando una respuesta en los de ella, pero Wednesday solo pudo ofrecerle un silencio frío. Después de un rato más juntos, Tyler se despidió y se fue, dejándola sola con sus pensamientos.
La noche comenzaba a caer, y la lluvia golpeaba con fuerza contra las ventanas. Relámpagos iluminaban el cielo, y el sonido de los truenos resonaba en la distancia. Wednesday se encontró pensando en Enid, preguntándose si estaría bien. La preocupación comenzó a crecer en su pecho, pero trató de calmarse pensando que tal vez Ajax y Enid se habían reconciliado y ella ya estaría en casa, a salvo.
Mientras estos pensamientos la consumían, otro golpe en la puerta la sacó de su ensimismamiento. ¿Quién podría ser ahora?
Nota del Autor:
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No me Mires
RomantikaEnid y Wednesday, dos almas enredadas en una telaraña de secretos y emociones prohibidas. Sus vidas parecen perfectas: novios cariñosos, planes de futuro, pero bajo la superficie, algo burbujea. Las chicas sienten una atracción por la otra. Pero hay...