Capítulo 13

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En su habitación siempre estaba Chris, por lo que no podía tocar ni componer allí a gusto. Tenía que encontrar un lugar donde poder tocar su música tranquilamente o acabaría loco. Lo necesitaba demasiado, era más adictivo que fumar.

Después de buscar hueco en alguna clase, algún rincón del campus o lugar solitario, decidió subir a la azotea, que le convenció al instante. Tenía la soledad que necesitaba y el ambiente que le inspiraba. No había podido componer desde que había llegado a aquel lugar, por lo que tenía mil ideas en mente que no había podido explotar.

Para empezar compuso varios fragmentos de una canción que tituló "The faker queen" basada en aquel tipo que buscaba pelea con ellos en la discoteca. Después compuso una del tirón sobre la señora Rowland a la que aún no había puesto título, y algunos versos de una canción que llamó "Poisoned Apple", sobre aquella chica, Allie, que cada vez que pensaba en ella le gustaba menos, había algo que no le terminaba de dar buena espina.

Pero sobre todo, tenía mil melodías y versos hablando de Jackson. Era cierto lo que decían, que el amor es la mayor fuente de inspiración.

Tocaba algunos versos con música cuando le sobresaltó una voz.

—¡Por fin te encuentro! —Sarah apareció por la puerta que llevaba hasta la azotea.

—Si hubiera sabido que me buscabas me hubiera dejado encontrar. —dijo Mark levantándose del suelo.

—¿Estabas componiendo? —preguntó al verlo con la guitarra y un cuaderno.

—Intentándolo al menos.

—Qué modesto eres. ¿Puedo escuchar alguna? —dijo acercándose y cogiendo el cuaderno.

—Bueno aún no están terminadas. —se apresuró a quitárselo de las manos.

—Mmm, por lo que leo alguien está enamorado. —bromeó apartando el cuaderno del alcance de Mark.

—Sí, la verdad es que sí... —dijo con tono serio y mirándola directamente a los ojos.

Los músculos de Sarah se paralizaron.

—¿En serio? —preguntó ella.

En un descuido de Sarah, Mark agarró el cuaderno.

—Sí, de la música. —respondió con una pícara sonrisa.

Sarah le golpeó en el brazo.

—Idiota... —Mark rio y le contagió la risa. —Hablando de música... He hablado con mi padre.

—¿En serio? —Mark se puso serio de repente. —¿Y qué dijo?

—Dijo que estaría encantado de conocerte para concretar una audición...

—¿Qué? —preguntó Mark eufórico.

—Sí, pero no debería llevarte después de cómo te has burlado de mí. —dijo Sarah haciéndose la indignada.

—No te enfades, Sarah... Me llevarás, ¿verdad? —preguntó Mark con cara de cachorro.

—Bueno... Pero a cambio quiero que me cantes una canción y me la dediques. —dijo ella con una pícara sonrisa.

—Deseo concedido. —Mark se pasó la correa de la guitarra por la cabeza. —¿Cuál quieres que toque?

—Me encanta esa nueva que se llama... Only one step.

Mark se puso serio.

—¿Only one step? —preguntó algo incómodo.

No quería dedicarle la canción que le compuso a Jackson, era algo muy suyo, de él y de Jackson.

Sólo dos cosas - 爱 // MarksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora