Capítulo 18

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La penúltima semana de clase, Mark llevó a Rowland muchas de las letras que ya había terminado. Estaba bastante impresionada, no veía en aquel chico un compositor de tal talento. Sus letras no eran tontas rimas que hablaban sobre un tema trivial, eran mucho más que eso. Ahora que leía las canciones, se moría de interés por escucharlas con música.

—¿Podrías traerme una de tus cintas? Me gustaría escucharlas. —le pidió ella cuando terminaron de ver todas.

Mark sonrió y se le escapó una risa.

—Le puedo traer CDs. Creo que las cintas son algo anticuadas para mí. —respondió intentando no reír más.

—¿Me estás llamando vieja, Tuan? —respondió con una ceja levantada, pero con una sonrisa en los labios.

—Solo poco renovada. —contestó con una sonrisa encantadora.

—Muy bien, pues dame lo que tengas. —dijo levantándose y devolviéndole a Mark sus letras. Las comenzó a guardar en su mochila.. —Y si están tan bien como las letras me gustaría proponerte algo.

—¿Proponerme algo? —preguntó levantando la vista. —¿El qué?

—Aún no he escuchado tu música, Tuan. No te impacientes. —dijo con una sonrisa llena de ternura.

—Muy bien. Pues... No la veré hasta después de vacaciones, ¿verdad?

—Bueno yo siempre ando por aquí. Así que si me ves, no dudes en dármelo.

—Está bien. Pero por si no la veo, que tenga unas buenas Navidades, señora Rowland. —se despidió antes de salir de la clase.

Aquella conversación le había animado bastante, sobre todo porque estaba acostumbrado a que en todo lo referente a su vida académica fuera un auténtico chasco. Puede que la universidad no fuera tan mala después de todo, pensó Mark. Pero aquel pequeño rayo de luz no eclipsaba la oscuridad que sentía en general.

Otra vez volvía a atormentarle sus sentimientos por Jackson, y después de haberse dejado llevar con él sentía que lo que sentía por el rubio, que había conseguido ocultar en un rincón de su pecho, comenzaba a aflorar del todo sin ningún control. Verlo era una auténtica tortura, por lo que solo le consolaba que durante las vacaciones de Navidad tendría un descanso del horrible hecho que era ver todos los días a Jackson Wang y no poder decirle lo que le necesitaba.

Caminó feliz hasta su habitación porque casi estaba de vacaciones. El día que publicaron las notas, Jackson estaba de los nervios, pero en cuanto las vio, se relajó totalmente. Tenía todo aprobado, incluso historia, que a pesar de la jugada de Mark, consiguió una buena nota. La temporada no podía ir mejor, habían bajado a segunda posición, pero remontarían al final de las vacaciones. Además seguía siendo la estrella de aquel año, por lo que quitando unas cosas y otras, todo le iba a la perfección. Iba caminando con Chris hacia los estudios de fotografía de la facultad de Arte, tenían que hacerse una sesión fotográfica para el equipo, y ayudar a recaudar fondos para no sé qué hospital, una verdadera lata para Jackson, si no fuera porque le encantaba la atención tanto del público como de las cámaras.

Entraron en una sala llena de focos y material fotográfico.

—Por fin están aquí, solo faltaban ustedes. —les gritó la señora Rowland al verles. —Señor Wang, usted vaya a esa habitación, mi fotógrafa ya está esperando.

—Muy bien. —Jackson entró en una sala que había a su derecha, del mismo tamaño que la anterior y con los mismos utensilios.

—Ya era hora de que apareciera mi modelo. —dijo una vocecilla saliendo de un cuarto.

Sólo dos cosas - 爱 // MarksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora