Al llegar a su casa, Lincoln fue recibido por sus padres, quienes lo habían llevado desde la escuela para asegurarse de su seguridad después de los incidentes recientes. A pesar de todo lo que estaba ocurriendo, Lincoln intentó distraerse un poco viendo la televisión en la sala.
Mientras cambiaba de canal, se detuvo en una transmisión en vivo que captó inmediatamente su atención. En la pantalla, se mostraba a Ironman en medio de una feroz batalla contra un enorme robot gigante en una ciudad desconocida. Era una escena de acción impresionante, con explosiones, rayos láser y destrucción a gran escala.
Ironman estaba volando a toda velocidad, disparando sus repulsores hacia el robot mientras esquivaba los ataques que venían de su oponente mecánico. La noticia mostraba cómo Ironman, miembro de los vengadores, estaba luchando incansablemente para proteger a los civiles y minimizar el daño a la ciudad.
Lincoln no podía apartar la vista de la pantalla. Ver a ironman en acción lo hizo pensar en su situación actual, en lo que estaba pasando con él y sus "poderes". Aunque siempre había admirado a héroes como Ironman, ahora sentía una mezcla de admiración y temor. Sabía que Ironman tenía un control total sobre su tecnología y habilidades, mientras que él mismo todavía estaba lidiando con la inquietante presencia de Antivenom dentro de él.
Sin embargo, no podía evitar sentirse inspirado por la valentía y la determinación de Ironman. Verlo luchar con tanta habilidad y confianza le recordó a Lincoln que, a pesar de las dificultades, siempre había una forma de enfrentar los desafíos, y que algún día, quizás, él también podría tener un mejor control sobre lo que estaba pasando en su interior.
La transmisión continuó mostrando la batalla épica mientras Lincoln permanecía pegado a la pantalla, reflexionando sobre su propio futuro y las posibles batallas que tendría que enfrentar, tanto internas como externas.
La batalla en la pantalla se intensificaba. Ironman seguía esquivando los potentes ataques del robot gigante, pero era evidente que estaba en apuros. A pesar de su tecnología avanzada y habilidades, el tamaño y la fuerza del robot estaban resultando ser un desafío considerable.
Justo cuando la situación parecía ponerse aún más peligrosa para Ironman, dos figuras familiares hicieron su aparición en la escena. Ojo de Halcón y La Avispa llegaron para asistir a su compañero.
Ojo de Halcón apareció en una azotea cercana, con su arco en mano, disparando una serie de flechas precisas que explotaron al impactar contra el robot, desviando su atención de Ironman.
Ojo de Halcón: "¡Tony, intenta mantenerlo ocupado! Voy a ver si puedo encontrar un punto débil en esa cosa."
Ironman: "¡Ya era hora de que aparecieran! Este tipo está empezando a irritarme."
Mientras tanto, La Avispa, en su forma diminuta, volaba rápidamente alrededor del robot, esquivando sus ataques y lanzando descargas de energía en puntos estratégicos de su cuerpo. A pesar de su tamaño reducido, sus ataques eran precisos y efectivos, debilitando al robot poco a poco.
La Avispa: "¡Vamos, Tony! Solo necesitamos un poco más de tiempo para desactivar sus sistemas principales. ¡Mantén la presión!"
Con la ayuda de sus compañeros, Ironman pudo concentrarse en un ataque frontal, utilizando su armadura para lanzar una ráfaga de energía concentrada que debilitó aún más al robot. El equipo de Vengadores estaba coordinado, trabajando juntos con una precisión impresionante.
Lincoln, viendo todo esto en la televisión, se sintió lleno de asombro. La llegada de Ojo de Halcón y La Avispa le recordó la importancia del trabajo en equipo, y cómo incluso los héroes más poderosos no podían hacerlo todo por sí mismos. Aunque estaba fascinado por la acción, también sintió una punzada de inseguridad, preguntándose si alguna vez podría ser parte de algo así, o si lograría controlar los poderes que ni siquiera sabía que tenía.
