Con el paso de los días, la escuela estaba en un estado de alerta y emoción mientras todos esperaban ansiosos el anuncio sobre quiénes serían seleccionados para la demostración que determinaría quiénes se unirían al equipo de héroes prestigioso y famoso.
Las conversaciones se centraban en la competencia, y los estudiantes especulaban sobre quiénes tendrían la oportunidad de demostrar sus habilidades. El ambiente estaba cargado de anticipación, y los pasillos se llenaban de rumores y discusiones.
En medio de esta expectación, Chandler se mostró particularmente confiado.
Chandler: “No se preocupen, chicos. Ya tengo esto ganado. Nadie tiene una oportunidad contra mí.”
Sus palabras causaron una mezcla de incredulidad y molestia entre algunos de sus compañeros. Mientras tanto, se mencionó que Chandler, junto con dos chicos que aún no habían revelado sus nombres, Iván, serían los participantes confirmados para la demostración. Esta noticia llevó a que la mayoría de los estudiantes decidieran no involucrarse más en la competencia, prefiriendo concentrarse en otros aspectos de sus vidas académicas y personales.
La tensión crecía a medida que el evento se acercaba, con los estudiantes que se habían atrevido a participar preparándose para mostrar lo mejor de sí mismos en una oportunidad que podría cambiar sus vidas.
A medida que se acercaba el día de la competencia, el ambiente en la escuela se cargó de tensión. Los estudiantes estaban atentos al anuncio de los seleccionados para la demostración que decidiría quiénes se unirían al equipo de héroes prestigioso y famoso. Las expectativas eran altas, y todos estaban ansiosos por ver quiénes serían elegidos.
Chandler, con su actitud arrogante y dominante, comenzó a hacer su jugada para asegurarse de que su posición en la competencia estuviera garantizada. Se acercó a Iván y a otros dos chicos, que aún no habían revelado sus nombres, y comenzó a intimidarlos con amenazas explícitas.
Chandler: “Escuchen, chicos. No tienen ninguna oportunidad de ganarme. Si tienen algo de sentido común, se mantendrán alejados de esta competencia. Si deciden competir, no les prometo que saldrán ilesos.”
Iván y los otros dos chicos, visiblemente asustados, se miraron entre ellos con preocupación. La amenaza de Chandler no dejó lugar a dudas sobre su intención de eliminarlos de la competición mediante la intimidación.
Iván: “Lo… lo siento, Chandler. No teníamos idea de que esto se pondría tan serio. Mejor nos retiramos.”
Chandler: (con una sonrisa triunfante) “Eso es lo que pensaba. Manténganse al margen y eviten complicarse la vida.”
La intimidación de Chandler tuvo el efecto deseado: Iván y los otros dos chicos se retiraron de la competencia, dejando a solo ocho participantes masculinos para la demostración. Lincoln, que estaba observando todo esto desde un rincón, se quedó incrédulo al ver cómo Chandler había logrado ahuyentar a tantos posibles competidores.
Lincoln: “No puedo creer que Chandler haya intimidado a tantos chicos para que se retiraran. ¿Cómo puede haber tan pocos participantes ahora? Esto no parece justo.”
El grupo femenino, por otro lado, no estaba afectado por las tácticas intimidatorias de Chandler. La competencia estaba dividida por géneros, y las chicas continuaban preparándose para sus propias pruebas sin verse influidas por la situación en el grupo masculino. Las participantes femeninas mantenían su enfoque en la competencia, sin preocuparse por las maniobras de Chandler.
A medida que se acercaba el día del evento, la tensión en el ambiente aumentaba. Los participantes, tanto hombres como mujeres, se preparaban para demostrar sus habilidades y ganarse un lugar en el equipo de héroes. La dinámica entre Chandler y los demás dejó a Lincoln con un sentimiento de frustración y decepción, pero también con una determinación renovada para enfrentarse a cualquier desafío que viniera.
