¡Hola a todos! y finalmente ganaron de nuevo, la hice historia jajaja
No olviden comentar, aunque ya hayan leído el cap jeje
Rhaenyra se había acostumbrado a la rutina diaria con Harwin. Sus días comenzaban con una taza de café compartida y terminaban con conversaciones sobre cualquier cosa mientras caían en la comodidad de su hogar. No era un mal hombre, y ciertamente no era un mal novio. Pero, aunque lo apreciaba, algo en su vida se había vuelto predecible, casi monótono, y ella no podía evitar sentir un vacío.
Se suponía que así debía ser, tenía 25 años, había dejado su casa a los 17 para estudiar en la universidad, había terminado su carrera, y ahora trabajaba exitosamente como abogada.
Harwin y ella estaban bien, ¿Eso era lo que importaba no? Él quería hijos, y ella no imaginaba un futuro teniendo sus hijos, pero ¿Se acostumbraría no?
Decidió no seguir pensando, y volver a casa, sería lo mejor.
Esa tarde, luego de investigar algunos casos, y de dos largas audiencias, ella decidió pedir un Uber para regresar a casa, no le gustaba conducir, y aunque Harwin siempre decía que podía pasar por ella, prefería estar un tiempo a solas, tal vez escuchando música.
Ni siquiera se fijó en el nombre del conductor, solamente hizo la solicitud y en pocos minutos, su teléfono vibró con la notificación de que el conductor estaba cerca. Bajó las escaleras pensando en llegar a casa, ponerse ropa cómoda y relajarse.
Pero entonces, cuando ella abrió la puerta del auto, algo en el aire cambió.
El conductor levantó la mirada, y ella vio un par de ojos verdes mirándola fijamente, su corazón dio un vuelco inmediatamente.
El hombre tenía el cabello plateado como ella, y tenía una sonrisa tan enigmática como peligrosa.
Él la observaba, y ella no podía hacer nada más que mirarlo de vuelta.
- ¿Rhaenyra? ¿Verdad?- preguntó él con una voz grave que hizo que sus piernas casi temblaran.
- Si, ese es mi nombre- respondió ella, un nudo formándose en su garganta. Pensó en lo tonta que había sonado su respuesta, y arqueó una ceja cuando él le abrió la puerta del asiento del copiloto.
¿No se solía viajar en el asiento trasero? Negó con la cabeza, ella no tenía problema, ese hombre era la representación gráfica de la belleza ¿Quién era ella para negarse a semejante vista?
Él encendió el auto nuevamente y partió. La tensión era palpable, pero no era incómoda. Era una tensión que despertaba algo en su interior, algo que había estado dormido durante demasiado tiempo. Durante unos minutos, ninguno de los dos dijo nada, y el único sonido era el del limpiaparabrisas luchando contra la lluvia que de pronto había aparecido.
Rhaenyra sabía que el viaje sería corto, pero un impulso, tal vez de sus hormonas o de sus pocos deseos de dejar de ver a ese hombre, la hizo cambiar la dirección en la aplicación, preguntándole a él si podía llevarla a otra dirección.
Su apartamento universitario que había dejado hace pocos meses, pero aún era de ella, tal vez iría a buscar antiguos dibujos allí y luego llamaría otro Uber.
Daemon, cuyo nombre Rhaenyra apenas había notado en la pantalla de su teléfono, sonrió para sí mismo, una sonrisa que ella captó y la hizo tragar pesado.
Él sabía exactamente lo que ella estaba haciendo, pero no dijo nada. Simplemente asintió, giró el volante, y el auto tomó un nuevo rumbo, lejos del camino que a Rhaenyra se le había hecho tan aburrido y familiar.
ESTÁS LEYENDO
Rutas prohibidas (Daemyra)
RomanceRhaenyra, atrapada en una relación cómoda pero rutinaria con Harwin, nunca imaginó que un simple viaje en Uber cambiaría su vida. Cuando Daemon, que trabaja como conductor de Uber, sigue la orden de ella de tomar un desvío, Rhaenyra se encuentra des...