¡Hola a todos! Y acá otro capítulo de mi nueva obsesión jajaja simplemente tengo las ideas en la cabeza, y escribo los capítulos. Aún no he tenido tiempo de editar los que ya tengo listos de las otras historias, pero ya saldrán. Solo dejen que mi tormenta de ideas con esta pase un poco jejeje
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Besos y abrazos
Rhaenyra despertó temprano aquel domingo, dejando que el suave resplandor matutino se filtrara a través de las cortinas y acariciara su rostro. Se sentó en la cama que compartía con Harwin, observando el tranquilo dormitorio mientras sus pensamientos se deslizaban hacia Criston Cole. Aún no había dado señales de vida desde aquel mensaje perturbador, y la incertidumbre la estaba consumiendo. ¿Qué estaba planeando? ¿Sería capaz de dejarla en paz o solo la estaba torturando mentalmente, jugando con sus miedos?
Rhaenyra rezaba por que todo fuera solo una amenaza vacía, aunque dudaba de que las cosas fueran tan sencillas.
Harwin se movió a su lado, saliendo lentamente del sueño. Abrió los ojos con pesadez y notó la preocupación en el rostro de Rhaenyra.
- ¿Qué sucede?- preguntó con suavidad, mientras se incorporaba, apoyando la cabeza en la mano y observándola con atención.
Rhaenyra lo miró, intentando despejar la tormenta de pensamientos que nublaba su mente.
Harwin había sido la persona que quería, la persona con la que quería estar, por eso se habían ido a vivir juntos, pero había sido cuando comenzaron a vivir juntos, que ella se dio cuenta que habían muchas cosas que estaban cambiando. Aunque ninguno quisiera enfrentarlo directamente.
- Solo estaba pensando en cómo podríamos aprovechar el día- respondió Rhaenyra, esforzándose por sonreír. Había una urgencia en su voz, una necesidad de romper con la monotonía que se había instalado en su vida- ¿Qué te parece si vamos a hacer trekking a la montaña? Podríamos salir, respirar un poco de aire fresco- sugirió ella que amaba ir a la montaña.
Había algo en los lugares de naturaleza salvaje que la atraían.
Harwin la miró durante un instante, como si evaluara su propuesta, pero luego dejó escapar un suspiro y negó con la cabeza.
- Prefiero quedarme en casa hoy- dijo, su tono suave pero firme- Podríamos desayunar juntos, preparar algo rico y relajarnos. No tenemos que ir a ninguna parte para disfrutar el día. Solo quiero estar contigo, aquí, en casa- dijo él que realmente podría pasar todos los días junto a ella, y disfrutar de igual manera.
¿Para qué necesitaban abandonar su hogar? Si había tantas cosas juntos que podían hacer en el hogar.
La respuesta no sorprendió a Rhaenyra. Había escuchado esa misma excusa demasiadas veces en los últimos meses.
Antes, Harwin habría saltado ante la idea de una aventura al aire libre, pero la vida en casa lo había transformado en alguien que parecía estar completamente complacido con la rutina, con la seguridad y la comodidad de su hogar.
De alguna forma, él creía que ella deseaba estar todo el día en casa, y no entendía por qué lo hacía.
- Podemos ir a la montaña otro día, cuando lo hayamos planeado mejor- añadió Harwin, intentando suavizar el rechazo- Pero hoy, solo quiero disfrutar de tu compañía. No necesitamos hacer nada más- dijo él que había dicho lo mismo en cada proposición de Rhaenyra, pero él no parecía darse cuenta de cuántas veces la había rechazado ya.
Rhaenyra forzó una sonrisa y asintió.
- Claro, me parece bien- dijo ella que no se sentía con el derecho a reclamar, aunque una parte de ella se sentía insatisfecha. Harwin se acercó a ella y la abrazó, envolviéndola en sus brazos. Adoraba simplemente estar con ella, admirarla, halagarla en la paz de su hogar. Pero Rhaenyra comenzó a sentirse atrapada, prisionera de una vida que, aunque cómoda, la estaba sofocando.
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Rutas prohibidas (Daemyra)
Lãng mạnRhaenyra, atrapada en una relación cómoda pero rutinaria con Harwin, nunca imaginó que un simple viaje en Uber cambiaría su vida. Cuando Daemon, que trabaja como conductor de Uber, sigue la orden de ella de tomar un desvío, Rhaenyra se encuentra des...