Rutas prohibidas (Daemyra)

Final

Hola a todos! Y finalmente el final jejeje si quieren otra historia de mundo real como está con infidelidad Daemyra jaksdaja me piden ajskdajda

No olviden comentar y votar, y gracias a todos los que se mantuvieron leyendo, y tambien han comentado y/o votado 

Besos y abrazos jeje

Después de la intensa batalla judicial, Laena y Harwin se encontraron en el centro de una tormenta mediática que ellos mismos habían desatado al hacer público el juicio. Convencidos de que ganarían y serían vistos como las víctimas, no habían previsto la marea de críticas y acoso que seguirían a su derrota. Las cámaras, los titulares, las opiniones públicas... todo se volvió en su contra. Finalmente, sin otra opción, decidieron abandonar la ciudad. Era imposible permanecer en un lugar donde cada esquina les recordaba su humillación.

Antes de irse, Laena, con el corazón roto, tuvo que ir personalmente a entregar a sus niñas a Daemon.

Si, hacía todo ese juicio por dinero, pero amaba a sus hijas, y separarse de ella, le desgarraba el alma. Daemon a pesar de todo lo sucedido, le había prometido que por el bien de sus hijas, dejaría que ella las viera, solamente si seguía las condiciones puestas por el juez.

Se encontraron en un parque tranquilo, lejos del bullicio de la ciudad, donde Laena, entre lágrimas, abrazó a Baela y Rhaena con fuerza. Las niñas, sin comprender completamente lo que sucedía, comenzaron a llorar también.

—Lo siento tanto, mis niñas —les susurró Laena—. Prometo que nos volveremos a ver pronto, pero necesito tiempo para... recuperarme- dijo ella y las niñas asintieron, comprendiendo que tenían que separarse. 

Baela, la mayor, intentó ser fuerte, pero las lágrimas corrían libremente por su rostro. Rhaena, por su parte, no podía contener los sollozos.

Daemon observaba desde una corta distancia, su expresión serena pero con una tristeza velada. Sabía que, a pesar de todo, Laena era su madre, y para las niñas, esta separación sería profundamente dolorosa.

Finalmente, Laena entregó a las niñas a Daemon, dándoles un último beso en la frente. Mientras se alejaba, las niñas extendían sus brazos hacia ella, pero Laena no se atrevía a mirar atrás.

Los primeros días fueron duros para Baela y Rhaena. Aunque Daemon y Rhaenyra intentaron todo para animarlas, las niñas permanecían abatidas, echando de menos a su madre.

 Rhaenyra, con paciencia y cariño, pasó horas consolándolas, mientras Daemon intentaba darles todo lo que ellas necesitaban, les compraba dulces, juguetes, aunque las niñas seguían tristes, pero sonreían un poco con los intentos de Daemon y Rhaenyra. 

Para cambiar de ambiente y empezar de nuevo, Rhaenyra y Daemon tomaron la decisión de rentar una casa, un lugar que las niñas pudieran sentir como un hogar. Cuando Viserys escuchó de la idea, sin titubear, decidió comprarles una casa él mismo. Por supuesto, cuando Rhaenyra y Daemon intentaron negarse y decir que ellos se encargarían de los pagos, Viserys simplemente no quiso escuchar. Era su manera de asegurarse de que su familia tuviera todo lo necesario para ser feliz.

No entendía por qué Daemon y Rhaenyra insistían en esforzarse tanto, podían hacerlo más adelante, comenzar sus carreras de nuevo, pero por ahora ¿Por qué no simplemente disfrutaban?

Eso estaba haciendo él, que se había divorciado de Alicent, y la había dejado marcharse con Criston Cole que por alguna razón, se había ido lejos al extranjero y parecía aterrado la última vez que lo vió.

Sospechaba que los Velaryon tenían algo que ver con eso, pero Corlys y Rhaenys jamás admitieron nada.

La nueva casa era hermosa, situada en un barrio tranquilo y rodeada de un amplio jardín donde las niñas podrían jugar y correr libres. Baela y Rhaena, a pesar de su tristeza inicial, no pudieron evitar sentirse entusiasmadas con el nuevo hogar. La casa tenía amplias habitaciones, una cocina espaciosa, y lo más importante, un ambiente cálido y acogedor.