Capítulo V

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¡Hola a todos! Acá un nuevo capítulo jejeje donde Daemon y Rhaenyra ya van aceptando sus sentimientos, pero al final uffff peligro jeje.

No olviden comentar y votar ejjeje

PD: Las otras historias pronto saco cap jeje

Daemon y Rhaenyra habían acordado algo cuando decidieron convertirse en amantes, eso sería solo una aventura.

Ambos tenían vidas, y ambos tenían familias, lo de ellos solo sería una aventura y nada más.

Sin embargo, un acuerdo así, siempre es difícil de mantener.

Ambos se comenzaban a dar cuenta de eso, pero no querían admitirlo.

La primera en sentir el nada leve tirón de los celos, fue Rhaenyra.

Cuando ella y Harwin fueron al supermercado a comprar lo que les faltaba para el mes, Laena y Daemon estaban allí con sus pequeñas gemelas.

Fue ver a Daemon tomado de la mano de Laena, caminando por el supermercado con sus dos niñas, lo que hizo que Rhaenyra sintiera celos.

Rhaenyra apretó los labios mientras empujaba el carrito de compras, fingiendo concentrarse en la lista de artículos que había traído. Sin embargo, sus ojos no dejaban de seguir a Daemon, quien caminaba al lado de Laena, ambos sosteniendo las pequeñas manos de Baela y Rhaena. Era una escena que, para cualquier observador casual, habría parecido perfectamente normal, casi idílica. Pero para Rhaenyra, era una visión que le revolvía el estómago.

Harwin estaba a su lado, distraído mientras revisaba un paquete de café, ajeno al torbellino de emociones que se desataba dentro de Rhaenyra. Sin pensarlo mucho, Rhaenyra intentó tomar la mano de Harwin, en un gesto que pretendía reforzar la normalidad de su propia relación, casi como si intentara convencerse a sí misma de que todo estaba bien. Sin embargo, al entrelazar sus dedos con los de él, sintió una incomodidad que no podía ignorar. El contacto, que solía ser reconfortante, ahora se sentía vacío, casi forzado.

Rhaenyra trató de mantener una sonrisa mientras se acercaban a la sección de frutas, pero su mirada se desvió una vez más hacia Daemon. Él estaba riendo por algo que Laena le había dicho, su risa era baja y genuina, y las niñas se colgaban de su brazo, felices. Era una escena que no debía molestarle, y sin embargo, lo hacía. 

No por las niñas, ella adoraba a esas niñas. Sino por la forma en que él reía con Laena.

¿No se suponía que él y ella apenas se llevaban bien? ¿O era una mentira de él?

Luego negó con la cabeza ante esas preguntas, no debería importarle, Daemon y ella solo follaban, su relación era netamente sexual ¿Por qué debería importarle si él le mentía o no referente al estado de su relación con Laena?

Y sin embargo, los veía sonriendo y los celos atravesaban su corazón, porque ella siempre sería eso para Daemon, una simple aventura, pero la simplicidad de ese acuerdo, ahora le parecía más bien una cruel mentira. 

Por más que quería ocultarlo, era claro que ese acuerdo no era una simple aventura.

Harwin notó que Rhaenyra estaba inusualmente callada. Miró hacia donde ella miraba, y sus ojos se encontraron con la figura de Daemon y su familia.

—Daemon y Laena —comentó Harwin, forzando una sonrisa—. Qué coincidencia verlos aquí.

Rhaenyra asintió, tragando el nudo en su garganta. —Sí, es... curioso.

Daemon también los había visto, y sus ojos se encontraron brevemente con los de Rhaenyra antes de que él desviara la mirada hacia Harwin. Con una sonrisa perfectamente medida, Daemon se acercó a ellos con Laena y las niñas a su lado.

Rutas prohibidas (Daemyra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora