♡──𝑇 𝑊 𝑂

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Uliana se acercó a James Garfio, con una sonrisa astuta en el rostro.

—¿Cómo va todo? —preguntó, mirándolo con interés.

—Apenas he comenzado, pero es ingenua. Ya ha caído —respondió Garfio, cruzándose de brazos y sonriendo con confianza.

—Excelente. Continúa con el plan y asegúrate de alejarla de esa plebeya, Ella. Ella podría arruinar nuestros planes —instruyó Uliana, su tono firme.

—Bien… ¿Y tu plan B? —preguntó Garfio, con curiosidad.

—Todavía no sé qué hacer —admitió Uliana, con una pizca de frustración—. Las ideas de Hades siempre implican su muerte, y eso no me sirve. Quiero que sufra, pero no matarla.

—Claro… —Garfio asintió, aunque no compartía completamente la visión de Uliana.

Uliana se quedó pensativa por un momento, con la mirada fija en la distancia.

—Necesitamos algo que realmente la afecte, algo que la humille frente a todos —dijo finalmente, con una sonrisa maliciosa—. Algo que deje una marca duradera.
—¿Cómo qué? —preguntó Garfio, tratando de seguir el hilo de sus pensamientos.

——El baile… podemos humillarla ahí.

—¿cómo?

—ya vere como, tu ve con Bridget.

—voy…

Garfio fue con Bridget de mala gana, la vio sentada en una de las bancas del jardín de la academia, usando su baraja de cartas. Se acercó despacio, sin querer estar realmente allí..

—Bridget —dijo suavemente detrás de ella, haciéndola saltar de sorpresa.

—¡James, me asustaste! —exclamó Bridget, llevándose una mano al pecho.

—Perdón… no quise hacerlo —dijo Garfio, algo incómodo.

—No hay problema —respondió ella con una sonrisa tranquila—. Ahora que te veo, podrías darle esto a Uliana —dijo, extendiéndole una bandeja de pastelitos decorados.

—Se los daré —respondió Garfio, tomando la bandeja—. Por cierto, ¿qué haces? —preguntó, señalando las cartas que tenía en las manos.

—Practico con mi baraja de cartas… aunque aún no soy muy buena —admitió Bridget, algo apenada.
—¿Puedo? —preguntó Garfio, señalando las cartas.
—Claro —respondió Bridget, entregándole la baraja.
Garfio examinó las cartas con curiosidad, notando que eran más que simples naipes.

—¿Qué? ¿Solo son cartas? —preguntó, levantando una ceja.

—Son más que cartas —respondió Bridget, sonriendo—. Puedo hacer muchas cosas con ellas, pero aún no soy la mejor. Han estado en mi familia durante años, igual que un espejo que puede mostrar el futuro...

—¿Y lo has visto? —preguntó Garfio, intrigado a pesar de sí mismo.

—No, no me gusta hacerlo —respondió Bridget, con una pequeña risa—. ¿Por qué querría arruinar las sorpresas del futuro?

Garfio la miró, sorprendido por su respuesta. Esperaba que alguien con la posibilidad de ver el futuro estuviera ansioso por hacerlo, pero la perspectiva de Bridget era refrescante y algo inocente. Se dio cuenta de que, en ese momento, estaba viendo a Bridget de una manera diferente, sino como una simple tarea o un obstáculo, sino como alguien interesante y genuino.

𝗚𝗼𝗼𝗱 𝗟𝘂𝗰𝗸 𝗕𝗮𝗯𝗲 | 𝐷𝑒𝑠𝑐𝑒𝑛𝑑𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora