♡───𝑇𝐻𝐼𝑅𝑇𝐸𝐸𝑁

960 97 11
                                    


Lynette y Killian intercambiaron miradas, aún sorprendidos por lo que acababan de presenciar. Ninguno de los dos esperaba encontrarse con versiones tan jóvenes y peligrosas de las figuras que conocían como sus padres. Era extraño ver a esos futuros villanos, que en su tiempo eran más controlados, siendo ahora impulsivos y con intenciones más oscuras.

—No puedo creerlo —murmuró Lynette—. Mi padre... es tan... diferente.

—Y el mío… —agregó Killian, mientras observaba a James Garfio con su garfio dorado—. No es ni la sombra del hombre que conocí.

Red y Cloe se quedaron quietas, observando a Uliana mientras la chica seguía intimidando a todos los que se acercaban con sus tentáculos.

—Ya veo por qué nuestra misión aquí es importante —dijo Red, ajustándose la chaqueta con determinación—. Si no hacemos algo, esto es lo que terminará definiendo el destino de nuestros padres y el nuestro.

—Pero no podemos simplemente enfrentarlos ahora —dijo Cloe en voz baja, preocupada—. No sabemos cómo cambiarán las cosas si intervenimos de manera incorrecta.

—Entonces, tenemos que ser más listos que ellos —respondió Killian, con un brillo astuto en los ojos—. Si queremos salvar a nuestras familias, necesitamos infiltrarnos en este círculo de villanos, ganarnos su confianza y descubrir cómo impedir que se conviertan en lo que sabemos que serán.

—¿Infiltrarnos? —preguntó Lynette, sorprendida—. ¿Y cómo piensas hacerlo sin que nos descubran?

Killian sonrió levemente.

—Dejemos que ellos piensen que somos como ellos.

—no me digan ¿Tienen miedo? —preguntó James Garfio con una sonrisa burlona, dando un paso adelante y moviendo su garfio de oro con un brillo peligroso—. No me sorprendería si se retiran ahora mismo.

Killian entrecerró los ojos al ver a su padre en esa versión joven y desafiante. Era extraño y algo incómodo estar frente a él, sabiendo que algún día sería diferente, pero no pudo evitar responder con el mismo tono desafiante.

—No somos fáciles de intimidar —replicó Killian con firmeza.

—Eso me gusta —dijo James, esbozando una sonrisa—. Quizá no seas tan inútil después de todo.

—Gracias —dijo Uliana, tomando un pastelito de la bandeja.

—Claro, seguro, feliz de... —comenzó Bridget, pero fue interrumpida.

—¡Para todos! —gritó Uliana mientras arrebataba la bandeja entera. Con una sonrisa, se giró hacia el grupo—. Las plumas de flamenco son súper raras, ¿verdad?

—Oye, devuelve los pastelitos —intervino Ella, dando un paso adelante.

—Disculpa, pero yo no hablo con campesinas —dijo Uliana con desprecio, haciendo que los demás rieran—. A propósito, me encanta tu ropa, está tan… armada —añadió con malicia antes de arrancar un pedazo de la blusa de Ella.

—Eso fue cruel. Dijiste "armada" en lugar de "desarmada" —se burló Morgie, uniéndose a las risas junto con James.

—Mi nombre es Bridget, y tengo que sobornar a la gente con comida para que sean mis amigos, porque no tengo a nadie —imitó Uliana en tono agudo y burlón, provocando una nueva ronda de risas.

—Qué ridícula —dijo James, riendo junto a Uliana y Morgie.

Cloe se adelantó con firmeza.

—Oigan, el Código de Conducta prohíbe el robo y el acoso —dijo, manteniéndose erguida frente a ellos.

𝗚𝗼𝗼𝗱 𝗟𝘂𝗰𝗸 𝗕𝗮𝗯𝗲 | 𝐷𝑒𝑠𝑐𝑒𝑛𝑑𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora