Capítulo 22: Despedida

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Me giré para entrar a la casa, odiaba sentirme feliz por lo que había pasado con Lance, era la persona más horrible, Richard acababa de morir y aun así me sentía feliz, como una estúpida, por haberme subido a la motocicleta con él, por haber ido a...

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Me giré para entrar a la casa, odiaba sentirme feliz por lo que había pasado con Lance, era la persona más horrible, Richard acababa de morir y aun así me sentía feliz, como una estúpida, por haberme subido a la motocicleta con él, por haber ido a su casa. Que me sintiera aliviada porque estuviera bien era una cosa, sin embargo, no podía distraerme con eso, encerraría mis sentimientos por él con llave en lo más profundo y oscuro de mi ser.

Al cruzar la puerta de la casa me sorprendió toparme con la cara seria de la señora Morganstein.

-- ¿Harás que maten a ese chico también? Para haber pasado una semana llorando a tu noviecito, lo olvidaste muy rápido -- sus palabras eran cortantes e hirientes.

Me molesté mucho, pero alguna de las dos debía mantener la calma.

-- Lance, no morirá... porque es como yo -- la miré directo a los ojos, ella no podía guardar su sorpresa y horror -- Me va a ayudar, también me dijo cómo borrar mi rastro de la casa, para que no vengan aquí.

Una chispa saltó de su mirada.

-- ¿¡Cómo!? -- se acercó a mí.

-- La casa debe de oler por completo a desinfectante y yo no puedo volver a pisarla cuando esté hecho.

-- ¿Qué haremos con tus cosas? -- cuestionó.

-- Voy a reenviar algunas de regreso a mi antigua casa, con Evelin.

-- ¿Solo algunas?

-- Hay cosas que debo desechar.

-- Bien, ¿Cuándo las enviarás? -- su voz se había suavizado.

Ella... ¿Estaba siendo amable?

-- Mañana mismo lo voy a hacer, hoy empacaré todo y haré una pequeña mochila con cosas esenciales, pasaré a retirar dinero al banco y enviaré las cajas -- hubo un silencio en el que por primera vez ambas estábamos de acuerdo -- Iré subiendo, tengo que empezar.

Me giré para subir las escaleras.

-- Gracias... -- susurró -- Sé que lo haces más por Charles que por mí, pero gracias.

Me detuve al pie de la escalera y la miré.

-- No solo es por el tío, Megan, son lo único que me queda, no soy como mamá, no pienso huir toda mi vida y no voy a ver cómo matan todo lo que... aún me queda.

Subí las escaleras con su mirada fija en mi espalda. Suspiré cuando miré el cuarto, estaba hecho un desastre, el lado positivo era que no había terminado de desempacar todas las cosas. Guardé mis libros y al Conde Mel, comencé a vaciar el armario y cuando estaba por terminar Megan me llamó desde la cocina para que bajara a comer. Cuando nos sentamos en la mesa me tensé escuchando cómo la puerta se abría, pero me relajé de inmediato al escuchar la familiar voz del tío Charl.

Beast: Blood GeneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora