Capítulo 15: Una triste historia

28 5 7
                                    

En la mesa estábamos en total silencio a pesar de que nos encontrábamos reunidos después de un largo tiempo, el ambiente era tenso, sabía con certeza que la señora Morganstein se moría de ganas por tirarme la bronca y el tío Charl no estaba del me...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En la mesa estábamos en total silencio a pesar de que nos encontrábamos reunidos después de un largo tiempo, el ambiente era tenso, sabía con certeza que la señora Morganstein se moría de ganas por tirarme la bronca y el tío Charl no estaba del mejor humor, no le había hecho ninguna gracia que me quedara en el departamento de Richard.

–– No fuiste a la escuela... –– dijo la señora Morganstein con seriedad, pero podía notar el goce en cada palabra.

Lejos de ser una pregunta, era más bien una afirmación, no sabía cómo se enteraban de todo en ese lugar. "¿¡Acaso no saben qué es la privacidad!?". Era un fastidio.

–– No alcancé a llegar, volví para tomar un baño y cambiarme de ropa.

El disgusto era claro en el rostro del tío Charl.

–– ¿Qué estuviste haciendo el día de hoy?

–– Salí con Evan y Richard, fuimos a Jackson Hole, fue muy divertido, esquiamos y Richard...

El tío Charl realmente se veía cada vez más molesto.

–– Eso quiere decir que tampoco fuiste al trabajo...

Sabía muy bien que ella estaba disfrutándolo.

–– No...

"No hay manera de salir de esto". No podía pensar en una forma de evadir sus preguntas.

–– No quiero que sigas viendo a esos muchachos. No te traerán nada bueno.

–– ¡Esa es solo su opinión y le recuerdo que usted no es mi padre! –– dije de forma contundente, levantándome de la silla.

–– ¡Y te recuerdo que esta es mi casa!

–– Terminé...

Fue lo único que pude decir antes de retirarme de la mesa. Al día siguiente no bajé a desayunar y salí hacia el auto de Evan sin despedirme.

–– ¡Pero qué cara tienes, cariño!

–– ¡Vámonos!

Sin decir nada más, subimos al auto. Evan condujo un largo rato en silencio, el cual yo estaba disfrutando. La música sonaba bajo y estábamos por llegar.

–– ¿Qué te pasó, primor?

Lo miré con fastidio.

–– No es nada, Evan...

–– No puede no ser nada para tener esa cara.

–– El tío Charl se molestó conmigo ayer... En realidad, discutimos.

Hizo una mueca y no dijo nada, bajé del auto y comencé a caminar.

–– ¡No dejes que te afecte! –– gritó desde el auto.

Suspiré respondiéndole con un intento de sonrisa. No estaba del mejor humor y todo pasó a ponerse aún peor, Richard y Evan parecían gatos y perros, al final, todos terminamos yendo al departamento de Richard. Nora no quería dejarme sola con Evan, América no se le despegó a Nora y, por otro lado, Evan no quería dejarme sola con Richard y eso que no les había contado que había pasado la noche en su departamento, podía imaginar la cara de incredulidad e indignación de América y Nora, probablemente se reirían de la pelea que tuvieron. Claro, no pude ocultar que fuimos a Jackson Hole.

Beast: Blood GeneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora