Capítulo 6: Monstruo

34 6 9
                                    

Después de pensarlo un rato, lo decidí, tenía que enfrentarlo, tenía que saber por qué me seguía y por qué sentía ese escalofrió recorrerme cada vez que lo veía o que estaba cerca de mí, dirigí la mirada al rincón donde se encontraban las cajas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después de pensarlo un rato, lo decidí, tenía que enfrentarlo, tenía que saber por qué me seguía y por qué sentía ese escalofrió recorrerme cada vez que lo veía o que estaba cerca de mí, dirigí la mirada al rincón donde se encontraban las cajas. "¿Qué me habrá mandado el fiscal Murphy de casa?". Era mejor distraer mi mente en otras cosas, no quería seguir dándole vueltas al asunto.

Me senté en el suelo y comencé a mirar dentro de las cajas, para mi sorpresa, me encontré con una caja llena de ropa; Mis jeans negros de mezclilla, algunas blusas, un par de chaquetas, mis botines negros. "Mamá me los regaló un par de años atrás en navidad". El abrigo color vino, algunas gorras de lana y mis amadas botas color tierra.

Estaba tan feliz de que por fin tendría más cambios de ropa, abrí otra caja con entusiasmo, me sentía como una niña en navidad abriendo regalos, aunque no eran precisamente regalos y aún faltaban un par de meses para navidad. Lo primero que vi al abrir otra de las cajas fue al "Conde Mel", era un oso de peluche color café con un moño dorado que Evelin me regaló para mi cumpleaños, venía con una pequeña nota que decía, "Espero que tengas lugares interesantes a los cuales escapar". No pude evitar sentir nostalgia y ganas de volver con ella, volver a casa, mi verdadera casa, la echaba mucho de menos. Miré dentro de la caja, estaba más que segura de que ella la había preparado, podía imaginarla en mi habitación revisando mi librero y deliberando sobre qué era lo mejor para enviarme.

Mi sonrisa se hizo más grande, por supuesto que ella sabía que amaba esos libros, realmente amaba todos, pero esos en especial eran los que más me gustaban. Heartless, siempre quise saber qué había detrás de la Reina de corazones y jamás esperé que Cath, "la reina de corazones", fuera una inocente y soñadora. Me encantó cómo se enamora de Jest y aunque desde un principio supe que iba a acabar mal, entendí por qué estaba tan vacía y era tan cruel. Sabía que yo sería muchísimo peor que ella.

Miré qué más me había enviado Evelin, esto de distraerme vaya que funcionaba bastante bien. No pude evitar pegar un grito de la emoción, la saga de Hush-Hush. Estaba completamente enamorada de Patch Cipriano, porque vamos, quién no se enamoraría de alguien que se la pasa salvándote, protegiéndote, que es guapo, renuncia a sus alas y vuelve del infierno por ti, podría dar tantas razones que nunca acabaría, suspiré rozando con la yema de mis dedos los lomos de los libros. Miré debajo y claro que no podía faltar El Tacto del Lobo, recordé el conflicto que ese libro en particular me causó con mamá, ella se negaba a que leyera o viera cualquier cosa relacionada con los hombres lobo, siempre creí que era porque tenía una preferencia por los vampiros y aunque a mí también me encantaban, no veía el por qué su desagrado total hacia esas criaturas. Me resultaba sumamente gracioso. La verdad, a mí me gustaban ambos, pero tal vez tenía una preferencia sutil por los vampiros y debía de confesar que, Edward Cullen de Crepúsculo era una de las principales razones, era caballeroso, atento, digno de ser llamado un caballero a su manera. "Es un amante masoquista que se odia a sí mismo". Eso era lo que mamá siempre me decía, a ella le encantaba molestarme, sabía perfectamente que jamás podría mirarlo de esa manera.

Beast: Blood GeneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora