Prólogo

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Cada verano, las familias Alcaraz y Martínez se reunían en su casa junto al mar en El Palmar, Cádiz.

Era una tradición que había perdurado desde que los hijos tenían memoria. La casa, ubicada a pocos metros de la playa, era el lugar donde se forjaban recuerdos imborrables, risas, juegos y, por supuesto, también algunos secretos.

La familia Alcaraz estaba formada por Virginia, la madre; Carlos, el padre; y sus tres hijos: Álvaro, el mayor; Sergio, el mediano; y Jaime, el más pequeño. Carlos Alcaraz, el segundo hijo de la familia, tenía 17 años, justo un año más que Alexandra Martínez, la protagonista de esta historia.

La familia Martínez la componían Carmen, la madre; William, el padre; y sus dos hijos: Pablo, el mayor, y Alexandra.Desde pequeños, Carlos y Alexandra habían sido inseparables, formando parte del mismo grupo de amigos junto a Pablo, el hermano mayor de Alexandra, y Alejandro, el mejor amigo de Carlos.

Marta, la mejor amiga de Alexandra, completaba el círculo. Para todos los demás, su relación era una más de tantas amistades que nacen en esos largos veranos. Pero, para Alexandra, las cosas comenzaron a cambiar cuando tenía 14 años.

Desde entonces, guardaba en secreto un profundo sentimiento hacia Carlos, un secreto que solo Marta conocía.Lo que Alexandra no sabía era que Carlos había sentido lo mismo por ella cuando tenía 12 años, pero en su inocencia juvenil, había reprimido esos sentimientos, pensando que era solo una fase pasajera.

Sin embargo, a medida que los veranos pasaban, esos sentimientos nunca desaparecieron por completo, sino que se transformaron en algo más profundo y confuso. Carlos, ahora con 17 años, comenzó a darse cuenta de que lo que sentía por Alexandra no era algo que pudiera ignorar fácilmente.

Este verano, algo era diferente. Alexandra había crecido, y Carlos la miraba con otros ojos. Intentaba no pensar demasiado en ello, ya que Pablo, su mejor amigo, era también el hermano mayor de Alexandra, y Carlos sabía que él no aprobaría que salieran juntos.

Pablo siempre había sido protector con su hermana, y Carlos temía perder su amistad si se dejaba llevar por lo que sentía.

El verano en El Palmar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora