Entre 4 paredes.

Capítulo XVIII

POV MAX

Estoy muy nervioso mientras Danniel y Elly suben en el ascensor hasta mi apartamento. Las puertas se abren y ahí está ella. Mi preciosa hija. Daniel le toma de la mano y salen del ascensor. Daniel se ríe.

—¿Desde cuándo cocinas? —dice, señalando mi delantal. He olvidado quitármelo.

—Soy el ayudante de el chef. O algo así. En verdad me dedico a lavar los platos.

Vuelvo la mirada a Elly, y en cuanto me doy cuenta de que sí que es mi hija, me entran unas ganas enormes de protegerla. Es una sensación surrealista. Compartimos el mismo ADN. Es parte de mí y parte de Daniel. Mientras admiro sus preciosos ojos azules y su preciosa carita, me enamoro por primera vez en mi vida. Quiero tomarla entre mis brazos y abrazarla. Pero me resisto. No quiero asustarla.

—Hola, tú debes de ser Elly —le digo con una voz que no se parece en nada a la mía. Esta pequeña me ha atolondrado con solo mirarme con esos ojos inocentes.

—Este es el amigo de mami, Elly, del que te he hablado. Se llama Max Verstappen —dice Danniel.

Elly me mira como si intentara ubicarme. Entonces una sonrisa se dibuja en su rostro, dejando ver que le faltan dos dientes. Es adorable.

—Hola —responde ella.

—¿Te gustan los espaguetis y las albóndigas? —pregunto—. Es lo que vamos a cenar. La sonrisa desaparece de la cara de Elly y mira a su madre.

—Mamá ha dicho que no íbamos a cenar. Danniel se dirige a mí:

—Come fatal.

—No tienes que comer si no te apetece —le digo.

Lo único que quiero es verla sonreír de nuevo. Ella se anima y pierde interés en mí. Mira alrededor. Les invito a sentarse justo cuando Sergio irrumpe con una sonrisa que hace que se me encoja el pecho.

—Sergio, te presento a nuestras invitadas —digo—. El es Danniel y esta preciosidad de aquí es Elly.

Danniel asiente con una expresión un tanto desconcertada en el rostro.

—Sergio es mi asistente personal —le digo a Daniel.

El asiente e inmediatamente la desestima. Danniel siempre ha sido muy presuntuoso. Cualquier diría que ha nacido rodeado de dinero. Al igual que Landoy yo, también nació en un pueblecito rural.

—Encantado de conocerte —dice Sergio antes de sonreír a Elly. Me mira—. La cena está lista.

—No voy a comer, ¿verdad, mamá? —dice Elly.

—Vale —responde Danniel frívolamente.

Esto de ser padre es nuevo para mí, pero diría que un padre se debería tomar en serio los problemas que tienen los hijos con la comida, cosa que Danniel parece no hacer. Insto a que todos pasen al comedor.

Sergio es un amor y ya ha traído la comida a la mesa.

—¿Cenas con tu asistente todas las noches? —pregunta Danniel mientras nos sentamos.

—Sergio y yo hacemos muchas cosas juntos —le digo a Danniel y su cara se enciende.

A Danniel le gusta intimidar a las personas. Yo lo sé y el sabe que lo sé. Elly observa la comida mientras nos servimos.

—Comeré un poco —dice, y Sergio le sirve un poco de pasta y albóndigas.

Intento no mirarlo demasiado, pero no puedo evitarlo. Me vienen un montón de emociones. Sé tan poco de el y aun así mi corazón late de amor por el.