mastermind

16. Primer Aviso.

lo siento mucho, mucho, mucho por la tardanza pero me he pasado dos semanas en mi pueblo (viva galicia, vivan las orquestas) y he estado totalmente desconectada, voy a intentar actualizar mucho más a menudo, al menos hasta que empiecen de nuevo las clases. 

también lo siento por este cap, espero que me podáis perdonar, tenía que volver fuerte

...

A Martin le gustaría no ser una persona tan transparente.

Lleva suficientes años estudiando teatro como para haber aprendido a disimular la intensidad de los sentimientos que le afligen. Pero nada lo prepara para la visión de Juanjo envolviendo sus brazos alrededor de Álvaro y una mujer pelirroja.

Es Denna la que insistió en que saliera a la terraza a buscar al resto de sus amigos, convencida de que habrían salido a fumar. Martin se había mentalizado respecto a no poder actuar en base a todos sus instintos, pero incluso siendo consciente de sus limitaciones, le duele ver el cariño que el hombre refleja sobre otros.

Es obvio que Martin no ocupa ese lugar para él.

La mujer, envuelta al completo sobre Juanjo, es preciosa. Tarda unos segundos en reconocerla, hasta que sus facciones se ajustan a la nueva novia de Chiara. Por alguna razón, esa información no le alivia. Puede ver la mirada significativa que le dirige al hombre, cómo sus extremidades encajan con las de Juanjo.

Aun así, reconociendo la belleza innegable de la chica, no es capaz de fijarse en otra cosa que no sea la mano con la que Juanjo aprieta la cintura de Álvaro.

Sabe que son amigos. Lo sabe.

¿Pero por qué no puede recibir él ese trato? ¿Por qué su cariño se ve cubierto de innuendos y palabras susurradas en la intimidad? ¿Por qué no pueden ser sus brazos los que rodean al hombre? ¿Por qué no son sus dedos los que le aprietan la piel?

Juanjo lo ve, incluso cuando él ya se ha decidido a buscar a sus amigas y refugiarse en su compañía. Lo mira, casi con confusión al notar su falta de disposición a acercarse, pero no mueve un solo músculo.

Martin querría gritar. Tirarse de los pelos. Montar una escena.

En su lugar, se da la vuelta y se va. Porque ni sus exigencias serán aceptadas ni tiene ningún derecho a hacerlas. En parte, busca que su dramatismo llame la atención del hombre y consiga apropiarse su presencia.

No lo consigue. Juanjo ni lo sigue, ni hace el intento de fingir interés.

Esa situación termina por certificar algo que Martin lleva semanas intentando ignorar.

Necesita más de lo que Juanjo está dispuesto a darle. Lo comprende como quien acepta que el tiempo pasa.

Sería pedir un compromiso mayor del que el hombre ha permitido en cualquier otro momento.

Esa información le pesa en el pecho, mientras se mueve por la sala de fiestas, sin una intención clara más allá de alejarse todo lo posible de la terraza y de todo el contacto que no recae en su cuerpo.

No tarda mucho en dar con Ruslana y Chiara, que bailan sin preocupación delante de la mesa del DJ. Es Paul quien lo anima a acercarse, los cascos reposando sobre sus hombros y una sonrisa sincera en la cara.

"¡Martin!" Exclama el hombre, presionando un par de botones y bajando de la tarima donde estaba subido. "¡Ya creía que no venías!"

Lo envuelve en un abrazo rápido, dando un par de palmadas en su espalda antes de girarse de nuevo hacia las chicas y permitir que el vasco las salude. Con lo que Martin no había contado es la mirada desdeñosa que Ruslana le dedica cuando deja un beso en su mejilla.